La nueva instalación de la máquina de hipergravedad puede superar miles de veces la fuerza de la gravedad natural existente en la superficie de la Tierra: permitirá avanzar en la comprensión científica de una amplia gama de procesos, desde la formación de montañas hasta los colapsos de gigantescas infraestructuras. Al mismo tiempo, tiene amplias aplicaciones en la exploración espacial y en el campo de la defensa.
Diferentes medios estatales chinos anunciaron que el gigante asiático activó la Instalación Centrífuga de Hipergravedad y Experimento Interdisciplinario (CHIEF), considerada como el centro de hipergravedad más poderoso en el planeta. Con sede en Hangzhou, proporcionará una plataforma de investigación única para abordar los mayores desafíos en el campo de la física extrema y la ingeniería de vanguardia relacionada.
La máquina es capaz de alcanzar fuerzas miles de veces superiores a la gravedad natural terrestre, que permite avances hoy inimaginables en la comprensión de procesos físicos extremos, que van desde la conformación de las montañas y otros accidentes geográficos hasta el estudio de las condiciones por las cuales colapsan grandes infraestructuras.
El avance en el campo de la hipergravedad es crucial para facilitar un entorno de prueba para las condiciones que los seres humanos pueden encontrar durante los vuelos espaciales o los conflictos bélicos aéreos, entre otras cuestiones que preocupan a la potencia asiática. Se trata de un dispositivo de ingeniería verdaderamente revolucionario, que aprovecha la compresión de tiempo y espacio y la separación de fases acelerada para llevar la investigación científica a un nuevo nivel.
La instalación se compone de un trío de centrifugadoras de hipergravedad acompañadas por 18 unidades a bordo: fue aprobada para su construcción hace seis años por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China (NDRC). Su construcción comenzó oficialmente en 2020, y ahora parece que ya está todo listo para su puesta en marcha, reseñan Agencias Internacionales.
De acuerdo a un artículo publicado en South China Morning Post, que se basa en información oficial del gobierno chino, este hito científico es solamente el primer paso de un proyecto mucho más ambicioso: incluso, dos centrifugadoras adicionales y 10 unidades a bordo extra ya se están construyendo actualmente para ampliar la instalación y multiplicar su potencia.
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