El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, fue recibido este jueves por una multitud emocionada y alegre en el sector Mamera de la parroquia caraqueña de Antímano, a su llegada para la jornada de trabajo con las comunas y consejos comunales, tras la Consulta Popular Nacional del pasado 21 de abril en todo el país.
“Nicolás no ha dejado de ser un hombre de a pie: el barrio está en sus venas, en su personalidad y en su verbo encendido que repite la popular estrofa ‘Todos los barrios unidos, vamos a cantar ahora’”, expresaron algunos voceros y voceras que lo recibieron en la localidad caraqueña.
Hombres, mujeres y niños saludaron al jefe de Estado, y éste desde el vehículo, se subió al capó para agradecer las palabras de afecto y reconocimiento que se extendían más allá de los límites de la comunidad, reseña publicación de Prensa Presidencial.
De la mano de lideresas comunitarias, avanzó por la estrecha callejuela que da paso a la calle principal, encontrándose con pequeños negocios, establecidos en casa, que evidencian el impacto de la economía comunal, afianzada en medio de las más severas sanciones contra Venezuela.
La voz del pueblo grita de forma efusiva “¡Vamos, presidente!” El mandatario nacional sonríe y alza su puño en señal de victoria, como una reafirmación de que van por el camino correcto, de que así se hace patria.
El sol es abrasador, pero no parece importarle. Rompe el protocolo y se acerca a un grupo de mujeres que, con júbilo, bailan y entonan consignas para su especial invitado. Así se une a la fiesta: salta, celebra y sonríe más que nunca.
Es el “Nicolás del pueblo”, como él mismo lo afirma. Un vecino más, un compañero más que, como los habitantes de Mamera, luchan decididamente por la independencia plena de la patria, por la felicidad y la justicia social.
T/VTV
