Recientemente, la República Árabe Siria acusó a los Estados Unidos de los bombardeos perpetrados contra varias ciudades, aldeas y puestos militares en la provincia nororiental de Deir Ezzor, en la zona septentrional de la capital del país, Damasco, que dejó un saldo de ocho muertos, y al menos 30 heridos, entre los que se encuentran militares y civiles, además de importantes pérdidas materiales en bienes públicos y privados.
“Las fuerzas de la ocupación estadounidense realizaron esta madrugada una ofensiva aérea con aviación de guerra y drones contra un número de localidades, pueblos y posiciones en la provincia de Deir Ezzor “, denunció en un comunicado el Ministerio de Defensa sirio, quien indicó, además, que 7 de las personas que perdieron la vida son militares y uno es civil.
Aviones de caza no identificados bombardearon de madrugada una serie de cuarteles y posiciones de esta milicia, que perdieron al menos a uno de sus líderes en la operación, según un comunicado del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno.
Las autoridades confirmaron que la agresión impactó en las localidades de Al-Salihiya, en el municipio de Al-Bukamal, y barrios residenciales de los distritos de Al-Mayadeen y de Al-Qusur, en Deir Ezzor. Esto se produce dos meses después de una campaña muy similar lanzada por Estados Unidos contra varios puntos del este de Siria y del vecino Irak.
En este sentido, días atrás, las defensas antiaéreas sirias repelieron misiles de una agresión israelí contra posiciones en la campiña de Damasco y las pérdidas se limitaron a daños materiales. La red de activistas atribuyó los ataques a la aviación estadounidense, aunque ningún actor ha reivindicado todavía su autoría.
T/Agencias