Presidente llega a Beijing con la convicción de otorgar nuevo impulso al trabajo conjunto

Pasadas las 11:30 de la mañana (Hora Local de China), el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, llegó a Beijing, procedente de la provincia de Shandong, en la última parada de su histórica visita oficial a la República Popular China, que inició el viernes 8 de septiembre con la finalidad de profundizar la asociación estratégica integral, amparadas en la confianza mutua y la hermandad para el desarrollo compartido.

 

Acompañado de la primera combatiente y diputada a la Asamblea Nacional, Cilia Flores, al término de su recorrido en el tren de alta velocidad que cubre la ruta Jinan – Beijing, que une 430 kilómetros de distancia entre ambas ciudades en apenas 1 hora y 35 minutos, es recibido en la Estación Sur por el representante especial del gobierno de la República Popular China para Asuntos de América Latina y el Caribe, Qiu Xiaoqi, el director general del Departamento de América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular China, Cai Wei, y el embajador de China en Venezuela, Lan Hu. Asimismo, está presente el embajador de Venezuela en China, Giuseppe Yoffreda Yorio.

 

La ceremonia de bienvenida está a cargo de la Guardia de Honor del Ejército Popular de Liberación de China, cuyos uniformados rinden honores a su alta investidura, siendo la primera vez que un Jefe de Estado recibe honores en el lugar.

 

Seguidamente, en una expresión de la tradición milenaria del gigante asiático, un grupo de 26 niños y niñas ondean banderas de ambos países en una ratificación de la amistad sincera que rige las relaciones entre Beijing y Caracas.

 

Es la quinta vez que el Jefe de Estado cumple una agenda de trabajo en Beijing, luego de su estancia en los años 2013, 2015 (dos ocasiones) y 2018, donde encabezó la firma de acuerdos en áreas de interés común, entre ellos proyectos de inversión en sectores estratégicos, con su par chino Xi Jinping.

 

El cronograma de actividades del Presidente Nicolás Maduro empezó en la provincia de Shenzhen, epicentro de un encuentro con representantes locales del Partido Comunista de China (PCCh) y del intercambio de experiencias mediante su visita a la exposición de Zonas Económicas Especiales (ZEE).

 

Además, conoció de primera mano las etapas determinantes del proceso de Reforma y Apertura de Guandong, dispuesta en el Museo de Arte Contemporáneo y de Exposición de Urbanismo (MOCAPE).

 

Su periplo continuó en Shanghái. En este sentido, además de conocer a profundidad la labor del Centro Experimental de la Isla de Inteligencia Artificial de Zhangjiang y del Parque Tecnológico de Medicina Fenglin, se reunió con la presidenta del Banco de Desarrollo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), Dilma Rousseff.

 

En su tercera parada, el mandatario venezolano visitó la provincia de Shandong, donde dialogó con el secretario del Comité Municipal del PCCh, Lin Wu.

 

Las alianzas diplomáticas entre Beijing y Caracas datan del año 1974. Sin embargo, sería a partir de 1999 cuando toman un carácter estratégico en los planes de desarrollo de ambas naciones.

 

En el año 2001 se instala la Comisión Mixta de Alto Nivel China –-Venezuela que ha permitido establecer convenios de cooperación en el área financiera, energética, educativa, agrícola, cultural, salud, ciencia y tecnología, petrolera y aeroespacial, en esta última -a principios de abril- Venezuela se convirtió en el primer país invitado por China para participar en el proyecto de la Estación Internacional de Investigación Lunar.

 

Desde mayo pasado, Beijing y Caracas transitan un renovado camino de relaciones diplomáticas, producto de la presentación de cartas credenciales del embajador Lan Hu, quien trazó como prioridad reforzar los vínculos de amistad fraternal para avanzar en conjunto en la promoción del mundo multipolar.

 

Al respecto, durante la conmemoración del 49° aniversario de las relaciones China – Venezuela, el diplomático subrayó que la asociación estratégica integral representa «una vía rápida de desarrollo y prosperidad de los pueblos de ambos países», consolidándose además como un modelo de solidaridad y cooperación entre los países en vía de desarrollo.

 

 

 

 

T/Prensa Presidencial

 

 

 

 

 

 

 

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