Las delegaciones del Gobierno de Colombia y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) realizaron este lunes el acto para la reinstalación de la mesa de los diálogos de paz desde Caracas, capital venezolana, resaltando la importancia de este momento para la población de su país.
El jefe de la delegación del ELN, Pablo Beltrán, destacó la diversidad de la representación del Gobierno colombiano en el diálogo; agradeció al país anfitrión y a los garantes, así como el acompañamiento por parte de la Iglesia católica y de la Misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Por su parte, el alto comisionado para la Paz, Iván Danilo Rueda, aseveró que están honrando las vidas de quienes han sido afectados por la violencia. «Estamos honrando esas vidas para intentar resolver una serie de conflictividades», comentó.
Además, indicó que se ha iniciado un ejercicio de respeto de las diferencias, «de reconocimiento de las historias de las cuales venimos y en las cuales hemos participado».
Representantes de ambas delegaciones reiteraron su disposición y compromiso con el diálogo para la paz de Colombia.
A continuación la Declaración de Waraira Repano
La paz es nuestro sueño, los cambios, nuestro camino
Las Delegaciones de Diálogos del Gobierno de la República de Colombia y del Ejército de Liberación Nacional, ELN, reunidas en la República Bolivariana de Venezuela, en la cima del Cerro Ávila, lugar sagrado del pueblo indígena que aquí habitó, hoy conocido oficialmente como Waraira Repano, en el Parque Nacional que lleva este nombre, mirando al Mar Caribe y a la ciudad de Caracas, nos hemos encontrado con disposición, optimismo, certeza y esperanza para:
1. Reanudar con plena voluntad política y ética, como nos lo demanda la gente de los territorios rurales y urbanos que padecen la violencia y la exclusión, y otros sectores de la sociedad, el proceso de diálogo político entre el Gobierno Nacional
y el ELN.
2. Construir la paz a partir de una democracia con justicia, y con cambios tangibles, urgentes y necesarios que esta Mesa acuerde, dando la mayor participación posible y eficaz de la sociedad, priorizando a los sectores históricamente marginados y abandonados, para un presente y futuro de dignidad, con derechos plenos y democracia auténtica, para que Colombia sea potencia de la vida humana y cuidado de los bienes comunes.
3. Agradecer la persistencia, el compromiso y presencia en este escenario de encuentro de la razón y los sueños, de los países Garantes: la República de Cuba, el Reino de Noruega y de la República Bolivariana de Venezuela, hoy país sede y anfitrión; así como de la Misión de Verificación en Colombia de la Organización de las Naciones Unidas, y de la Iglesia católica a través de la Conferencia Episcopal de Colombia. Todas y cada una de sus acciones nos han dado un respaldo moral, político, jurídico, que realza la responsabilidad que tenemos.
4. Compartir que la construcción de la paz como política de Estado trasciende la temporalidad con compromisos permanentes y verificables que siembren certeza de una nueva cultura de paz, fundada en cambios reales que permitan la superación de la violencia política y sus causas.
5. Asumir los valores que hoy en el mundo son básicos e imperiosos, el respeto de todas las formas de vida y su dignidad. En este diálogo y negociación somos conscientes de la necesidad de responder a las diversas dimensiones de la vida colectiva, que implican nuestros deberes para el cuidado del planeta, nuestra Casa Común.
Delegación de Paz Delegación de Diálogos
Gobierno de Colombia, Ejército de Liberación Nacional, ELN
Waraira Repano, 21 de noviembre de 2022
T/RNV web