Moscú protesta ante EEUU actividad de la OTAN en el Mar Negro

La Embajada estadounidense en Moscú ha recibido una nota de protesta del Ministerio ruso de Exteriores, en relación al incremento de la actividad de las fuerzas de la OTAN en el mar Negro, informó la Cancillería.

“Al tiempo que nos reservamos el derecho a responder a los desafíos correspondientes de EE.UU. y de los miembros de la OTAN que lidera, instamos a un diálogo sustancial sobre las garantías de seguridad y a una discusión sobre las formas de reducir las tensiones político-militares, incluidas las opciones para prevenir incidentes peligrosos en aire y mar”, reza el comunicado emitido este miércoles.

En caso contrario, recalca el Ministerio, “se utilizarán todos los recursos a nuestra disposición para prevenir y neutralizar las amenazas emergentes”.

En el documento se enumeraron recientes incidentes que pudieron haber acabado en tragedia, de no ser por la oportuna reacción de los pilotos y controladores de tráfico rusos.

“Los militares estadounidenses y sus aliados de la OTAN han pasado de intentar poner a prueba la seguridad de nuestras fronteras a realizar provocaciones contra aviones civiles, poniendo en peligro la seguridad del espacio aéreo y vidas humanas”, reza el comunicado de la portavoz del Ministerio, María Zajárova.

El pasado 3 de diciembre un Airbus А330-300 de la aerolínea rusa Aeroflot, que volaba de Tel Aviv a Moscú se vio obligado a cambiar su rumbo debido a que un avión de reconocimiento de la OTAN se interpuso en su ruta sobre las aguas del mar Negro.

La Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia informó que el avión CL600 de la OTAN realizó un vuelo con un intenso descenso desde una altitud de 11.000 a 9.200 metros, cruzando la ruta del servicio de tránsito aéreo establecida para aeronaves civiles sin responder a las peticiones de servicios de tránsito aéreo.

La vocera Zajárova subraya que efectuar vuelos sin comunicación por radio ni previo aviso y sin autorización de los controladores del tráfico aéreo conlleva graves riesgos para la seguridad de las aeronaves civiles y viola los fundamentos del tráfico aéreo internacional fijados en el Convenio de Chicago de 1944 y en otras normas de derecho internacional.

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