El uso pernicioso de las redes digitales ha contribuido a la erosión y la ruptura de procesos democráticos, así como a la inestabilidad de los países miembros del ALBA- TCP.
La denuncia la realizó, Sacha Llorenti, secretario ejecutivo de la alianza regional, durante el foro internacional, “La Injerencia Digital: El papel de las redes sociales como arma de desestabilización”.
“Las redes no solo son plataformas de difusión, pueden incidir en la conducta y el comportamiento de las personas, irritándolas o desinformándolas”, expresó Llorenti, quién considera que el golpe de Estado en Bolivia y la desestabilización en Venezuela, en Cuba y en Nicaragua, no se pueden entender sin analizar el rol de las redes.
El historiador mexicano, Christian Nader, recordó que si bien las redes surgieron como una panacea de libre información, detrás reposan intereses vinculados a los grandes poderes.
“Son una especie de lavadora de la imagen de intereses estadounidenses, europeos y multinacionales oscuros”, afirmó Nader.
El sociólogo venezolano, Franco Vielma y la periodista cubana, Rosa Elizalde, describieron cómo operan las redes en sus países y denunciaron que son canales de manipulación y violencia.
La socióloga boliviana, Khantuta Muruchi y el periodista nicaragüense, William Grigsby, consideran que por las mismas plataformas digitales se deben formar muros de resistencia frente a los golpes de Estado.
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