El 17 de noviembre de 2019 se detectó el primer caso de Covid-19, en ese momento se desconocían sus efectos, proceso de contagio y las recetas médicas para hacerle frente a esa nueva amenaza a la salud mundial.
Para el 13 de marzo de 2020, se confirman los primeros casos en suelo patrio, en tal sentido, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció en cadena nacional de radio y televisión la implementación de una cuarentena social en el país, a partir del 17 de marzo de 2020.
Las rutinas y el quehacer diario quedaron en el pasado. Ir al trabajo, llevar a los niños a la escuela, salir a la universidad, después al gimnasio, visitar familiares, compartir con amigos, entre otras actividades se redujeron a quedarse en casa, evitando así, el contagio, medida que además permitiría controlar la propagación de un virus que no se conocía; mientras tanto, muchos países del mundo ya empezaban a trabajar y analizar cómo afrontar este enemigo en común.
En consecuencia, la premisa fue resguardar la vida, la salud y la integridad física de las ciudadanas y ciudadanos del mundo. La batuta la llevó la Federación Rusa, donde sus investigadores y científicos dieron una luz al mundo con la vacuna Sputnik-V; e igualmente los pequeños y grandes laboratorios farmacéuticos pusieron en marcha todo su potencial científico y tecnológico para adelantar una vacuna que protegiera y salvaguardara la vida, en especial a los más vulnerables: Los adultos mayores, quienes han sido los más afectados por la pandemia, sin discriminar adultos y jóvenes quienes también -aunque en menor proporción- se han visto afectados por el SARS-CoV-2.
Así como la mayoría de los países del mundo se abocaron a la tarea de encontrar una solución al nuevo cazador que busca hacer de su presa la raza humana, en Venezuela no hubo un solo instante en que los Centros de Investigaciones Científicas se detuvieran en la búsqueda de un medicamento que permita neutralizar 100 por ciento el coronavirus.
Potencial criollo
El 24 de noviembre de 2020 llega a la Taquilla del Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI), la solicitud de Patente de Invención número 2020-000213, introducida por el científico e investigador clínico en bioquímica y nuevas tecnologías, Raúl Antonio Ojeda Rondón, quien presentó una síntesis de compuesto Terpenoide Oxigenado Derivado del Isotimol a través de una dispersión líquida / Isotérmica que presenta actividad Terapeútica Antiviral, Antimicrobiana e Inmunomoduladora.
El SAPI comprometido con la protección de la Propiedad Intelectual e Industrial de todos los venezolanos y extranjeros en el país; y siguiendo los lineamientos de su director general, Ricardo Javier Sánchez, de salvaguardar el ingenio y creatividad, dio autorización a habilitar todos los canales necesarios para legalizar el Carvativir.
Para conocer sobre este antiviral, se detalla que está integrado por una composición que comprende un extracto de planta aromática bajo condiciones de cultivo de acuerdo a las características de los suelos venezolanos.
La concentración del extracto en la composición antiviral está en un rango de concentración que se selecciona de 6 a 15 mg/ml. preferentemente, el rango de concentración del extracto en la composición antiviral es 6 mg/ml.
Proceso cronológico de solicitud de la Patente
Todo lo que se registra lleva un proceso cronológico que permite en cada uno de los tiempos hacer las verificaciones correspondientes para su legalización. En tal sentido, el 24 de noviembre de 2020, el SAPI recibió la solicitud. El 14 de diciembre del mismo año, aprobó el examen de forma.
Para el 08 de febrero de 2021, aprobó la Orden de publicación y se notificó en el Boletín 606. Posteriormente, se realizaron el 12 y 23 de febrero al igual que el 06 de marzo de 2021 las tres publicaciones en prensa a través del periódico digital del SAPI.
En la actualidad, la solicitud se encuentra en el lapso de oposición, el cual comenzó el 08/02/2021 y se extiende por 60 días a partir de la última publicación en prensa.
Una vez finalizado el lapso de oposición, la solicitud pasará a la siguiente fase que es la referente al examen de fondo, para seguir el proceso de patentabilidad y posteriormente ser evaluada según los Acuerdos de Propiedad Intelectual Referentes al Comercio (ADPIC) y la Ley de Propiedad Industrial vigente.
Próximamente, Venezuela exportará al mundo una solución para seguir luchando unidos por la supervivencia de la raza humana, mientras se asegura el cuidado y preservación del planeta, dejando una vez más en alto el nombre de la Tierra de Bolívar.
T/Mincomercio