Este es uno de esos vegetales que despierta pasiones: amor u odio. Generalmente relegado al plano de “verdura de segunda” es en realidad uno de los llamados “súper alimentos”, gracias a su amplísima gama de beneficios y propiedades.
“No me gusta el brócoli. Y no me ha gustado jamás; lo aborrezco desde que era un niño pequeño y mi madre me hacía tragar. Y yo soy el presidente de los Estados Unidos así que nunca más voy a comer brócoli.”, dijo una vez George Bush. El mismo año que Bush, el presidente de los EEUU hizo esta declaración, la Universidad Johns Hopkins publicó un estudio demostrando que el brócoli evitaba el desarrollo de tumores cancerígenos en un 60 % y ayudaba a reducir el tamaño de los mismos hasta en un 75 %.
Estos hallazgos son sólo la punta del iceberg, cuando se trata de innumerables beneficios que tiene el brócoli para la salud. Y además puede resultar delicioso preparado adecuadamente. Se puede tomar en ensaladas, tortillas, quiches, sopas y un largo y exquisito etc.
El brócoli contiene glucorafanın, un compuesto que el cuerpo procesa y convierte en otro llamado sulforafano y que resulta altamente eficaz para combatir el cáncer, ya que libera al cuerpo de una bacteria (H. pylori) que se encuentra en el estómago y que puede incrementar el riesgo de cáncer gástrico.
Como algunas otras plantas crucíferas tales como la col, el coliflor y/o las coles de Bruselas, el brócoli posee una enorme cantidad de elementos que ayudan al sistema inmune, por ende son eficaces para actuar contra el cáncer.
El brócoli es un potente antioxidante, de todas las verduras crucíferas, se destaca como la fuente más concentrada de la vitamina C, además de los flavonoides necesarios para que la vitamina C se recicle de manera eficaz. También tiene una significativa cantidad de carotenoides, luteína, zeaxantina y beta-caroteno, tres poderosos antioxidantes.
Es importante saber que el brócoli tiene propiedades desintoxicantes, alcalinizante, ayuda en la reducción del colesterol y efectiva en dietas.
T/Ecoticias
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