El pueblo de Brasil expresó su rotundo rechazo a la primera entrevista televisiva efectuada a Michel Temer, quien dirige el gobierno de facto de este país después del golpe de Estado contra la presidenta Dilma Rousseff.
El poder popular manifestó su descontento a través de pitazos, gritos y cacerolazos desde los edificios multifamiliares en Río de Janeiro, Sao Paulo, Salvador, Belo Horizonte, Porto Alegre, Recife, Fortaleza, Brasilia y Niteroi, entre otras ciudades, mientras la Red Globo transmitía la entrevista en la noche de este domingo, destacó el portal Vermelho, reseñado por Prensa Latina.
El jueves pasado, el Senado de Brasil, con mayoría de derecha, aprobó un juicio político contra Rousseff sin contar con los elementos legales que sustenten tal procedimiento, con lo que la Presidente fue depuesta de su cargo.
Tras la decisión, el pueblo de Brasil en varias ciudades del país ha protagonizado concentraciones en rechazo al asalto del poder político en la nación desde el jueves pasado.
Por su parte, la Central de los Trabajadores y Trabajadoras de Brasil (CTB) desmintió informaciones publicadas por un diario de Sao Paulo sobre su presunta participación en un encuentro con sindicalistas convocado para este lunes por Temer.
El titular de la organización, Adilson Araújo, dejó claro que la CTB no se reúne con un gobierno golpista y además recalcó que la central sindical tiene mucha claridad sobre los riesgos que para los trabajadores entraña el nuevo gobierno y no se dispone a sostener la traición.
Cardozo confía en revertir el «impeachment»
El abogado general de la Nación, Juan Eduardo Cardozo, reiteró que las acciones implementadas hasta ahora contra la presidenta Rousseff son ilegales y afirmó que se trata de una acción que se sustenta en un pretexto jurídico, pues es una situación que no es legalmente sustentable y que se justifica «en una retórica mentirosa», por lo que confía en poder revertir el proceso de impeachment.
«No es posible que una Presidenta que no tiene acusaciones reales sea apartada de su cargo. Se hace ahora un golpe que no es con tanques, con armas, sino con retórica jurídica», subrayó Cardozo en entrevista realizada a El Espectador, reseña Telesur.
Refirió que la Constitución de Brasil establece que el Presidente de la República solo puede ser apartado del poder cuando ocurre un delito de responsabilidad. No obstante, la acusación central contra Rousseff para justificar el juicio político, que se sostiene en una supuesta violación de normas fiscales, no ha sido probada y además no constituye un crimen de responsabilidad, una condición sine qua non exigida por la Constitución brasileña para intentar un impeachment.
En este sentido, Cardozo aclaró que tales acusaciones no tienen nada que ver con haber recibido dinero ni desviado recursos y reiteró: «Lo que ella hizo fue algo de manejo administrativo. Las acusaciones que se le hacen son dos: una, maquillar las cuentas fiscales de 2014, y dos, retrasar los pagos al Banco Central. Nada de eso ocurrió».
T/AVN
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