El 9 de octubre de 1967 fue asesinado el heroico guerrillero Ernesto “Che” Guevara, en Higueras, Bolivia, tras una emboscada de militares bolivianos enviados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos.
El Che fue político, escritor, periodista y médico -argentino por nacimiento, pero cubano por elección- y activo colaborador de la Revolución Cubana.
¿Quién fue El Che?
Luego de este triunfo revolucionario, el Che fue la mano derecha del Comandante Fidel Castro, por lo que se ocupó de la organización del Estado Cubano y desempeñó altos cargos en la administración y el gobierno.
Fue presidente del Banco Nacional, Ministro de Industria y encabezó varias misiones internacionales de la nación caribeña.
Hazaña revolucionaria
A pesar de haber nacido en una familia de clase alta, su militancia izquierdista lo hizo viajar por Perú, Ecuador, Venezuela y Guatemala, y descubrir la miseria dominante que existía en los pueblos de América y la omnipresencia del imperialismo estadounidense en la región caribeña y latina.
Por esta razón participó en múltiples movimientos contestatarios, experiencias que afianzaron su ya presenté ideología marxista motivándole a extender la lucha armada en Latinoamérica con la formación de núcleos revolucionarios en varios países. Debido a esto, en 1954 se unió al movimiento integrado por revolucionarios cubanos seguidores de Castro, en donde ganó el sobrenombre de “el Che”.
Entre 1965 y 1967 combatió en Bolivia acompañado de otros 50 luchadores para cumplir con su consigna de “crear cien Vietnam” como manera de combatir a los opresores y derrotar la dictadura del general René Barrientos.
Así mismo, comandó la Guerrilla de Ñancahuazú en la selva boliviana y, el 8 de octubre de 1967 tras ser delatado por campesinos locales, cayó en una emboscada del ejército boliviano en la región de Valle Grande, en donde fue herido y apresado.
Símbolo de la Revolución
La mañana del 9 de octubre fue asesinado por el sargento Mario Terán, quien aseguró que sus últimas palabras fueron: “Apunte bien y disparé. Va usted a matar un hombre”. En ese instante murió el hombre, el cuerpo, pero nació la leyenda.
Así se convirtió en un símbolo revolucionario para los jóvenes de todo el mundo que estaban convencidos de que la revolución era la única solución posible para acabar con las injusticias sociales, sus captores intentaron destruir el mito al exponer su cadáver, fotografiarse con él y enterrarlo en secreto.
Sin embargo, en 1997 sus restos fueron localizados, exhumados y trasladados a Cuba donde fueron enterrados, y el Che se convirtió en referencia mundial de la lucha contra las injusticias sociales, la rebeldía y el espíritu incorruptible.
Su retrato fotográfico, obra de Alberto Korda, es actualmente una de las imágenes más reproducidas del mundo.
En este sentido el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, rindió tributo a su memoria, a su gigantesca humanidad y a la esperanza que nació de su vida y se hizo carne en su amada Cuba y en el pueblo latinoamericano y caribeño.
“¡Día del Guerrillero Heroico! Recordamos la rebeldía y valentía presente en la lucha de nuestro eterno Che Guevara por la construcción de un mundo nuevo. Lucha que representa para todos los revolucionarios un faro de dignidad y resistencia ante el imperio de los EE.UU.” expresó hace un año el presidente de Venezuela.
T/Vicepresidencia