El ministro de la Presidencia de Brasil, Onyx Lorenzoni, informó que el Gobierno del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, va a realizar una reestructuración en la administración pública para destituir a los funcionarios que tengan ideas comunistas.
Lorenzoni destacó que la decisión fue realizada en la primer reunión de Bolsonaro con sus 22 ministros, al tiempo que resaltó que la medida se efectuó debido a que supuestamente en las elecciones presidenciales del pasado mes de octubre, “la sociedad dijo basta a las ideas socialistas y comunistas que en los últimos 30 años nos llevaron al caos actual”.
Además, el ministro anunció la destitución de 300 funcionarios con contrato temporales en su cartera, “no tiene sentido tener un Gobierno como el que tenemos ahora, con personas que defiendan otras ideas u otra forma de organización de la sociedad”, reseñó el ministro, cita este jueves el portal español El Mundo.
Señaló que los “criterios” para determinar el escenario de los funcionarios serán “técnicos” y que se tomarán en cuenta al momento de establecer si los cargos serán cubiertos nuevamente o permanecerán extintos.
Asimismo, el la reunión se estableció que cada despacho realizará un inventario de inmuebles de su propiedad, para efectuar la venta de los que no seas necesarios.
“Las primeras informaciones dicen que el Estado tiene cerca de 700.000 inmuebles” en todo el país, “lo que causa gastos inmensos de mantenimiento”, remarcó.
El ministro también manifestó que el nuevo Gobierno ha verificado que pese a tener espacios propios, “alquilan otros espacios, lo cual no tiene ningún sentido” lo que altera el gasto público, el cual Bolsonaro está determinado a mermar.
Lorenzoni reiteró que todas las decisiones serán efectuadas con criterios “absolutamente técnicos”, como prometió Bolsonaro en su campaña electoral.
“Como dice el capitán, estamos para servirle a la sociedad y no a las ideologías”, sentenció.
Por su parte, detalló que el ministro de Economía, Paulo Guedes, en los próximos días presentará un programa para la reforma de las jubilaciones, el cual es juzgado como uno de los esenciales factores de presión ante el gasto público.
“Vamos a hacer la reforma y punto”, expresó sin querer detallar sobre el programa.
