Colectivos y organizaciones populares de Brasil realizaron una protesta frente a la Embajada de los Estados Unidos en Brasilia. La manifestación tuvo como objetivo expresar un contundente rechazo a las acciones bélicas en el mar Caribe y, específicamente, al reciente asalto y robo de un cargamento de petróleo venezolano.

Este acto de movilización internacional se produce en un contexto de denuncias formuladas por el Gobierno constitucional de Venezuela. El Presidente de la República Bolivariana, Nicolás Maduro, ha acusado públicamente al gobierno de los Estados Unidos de perpetrar el robo de un buque petrolero en aguas del Caribe.

La Cancillería venezolana emitió un comunicado oficial para repudiar el hecho. En el documento, calificó el incidente como «un robo descarado y un acto de piratería internacional, anunciado de manera pública por el presidente de los Estados Unidos», quien habría confesado el asalto al buque.

La protesta en Brasil se enmarca dentro de una ola de solidaridad internacional que, según fuentes oficiales venezolanas, está recibiendo el país. Desde diversas naciones llegarían mensajes de apoyo al pueblo y al Gobierno bolivariano frente a lo que se percibe como una escalada de tensiones.

Según la narrativa oficial, estas acciones forman parte de un intento por parte de la administración del presidente estadounidense Donald Trump de generar un escenario de conflicto. El supuesto objetivo final sería apoderarse de los recursos petroleros y minerales estratégicos de Venezuela.

De esta manera, el incidente del buque petrolero trasciende el ámbito bilateral para convertirse en un punto de convergencia de la crítica y la movilización de sectores sociales en el extranjero. La protesta en Brasilia simboliza esta solidaridad activa con la causa venezolana.

Finalmente, la situación subraya la profundización de las tensiones diplomáticas y la manera en que un acto concreto es utilizado para galvanizar el apoyo y la protesta tanto a nivel doméstico como en la escena internacional.

T/RNV