Quienes lo conocieron no dudan en asegurar que era un excelente amigo y hermano, la personificación de la solidaridad, la hermandad y la amistad. Alí Rodríguez Araque falleció el pasado lunes 19 de noviembre en La Habana, en el ejercicio de su cargo como Embajador de Venezuela en Cuba.
Rodríguez Araque “era un luchador de los de siempre”, manifiesta la constituyente Tania Díaz, al recordar la primera vez que vio al político venezolano, en tiempos de la cuarta república, cuando cubría la fuente legislativa en el viejo Congreso de la República.
“Él formaba parte de la fracción de la Causa R que se oponía a la apertura petrolera, cuando se estaba gestando aquel engaño gigantesco contra el país, al pretender vendernos el petróleo que estaba depositado en la Faja Petrolífera, los casi 300 mil millones de barriles, como bitumen (…) Alí, con la firmeza que lo caracterizaba, estaba batallando solo contra el engaño a la nación.”
“Alí escuchaba mucho y siempre daba su opinión para orientar”, recuerda el vicepresidente del Socialismo Territorial, Aristóbulo Istúriz, durante el programa Dando y Dando Radio, de RNV Informativa, quien lo conoció por los años 1983, luego que éste dejara las armas de manera definitiva para incorporarse a la vida ciudadana.
El “Comandante Fausto”, seudónimo adoptado a su paso por el movimiento guerrillero, entre las décadas de los años 60 y 70, cuando luchaba contra el llamado Pacto de Puntofijo, se convirtió en una de las guías moral del proceso revolucionario, a tal punto de ser considerado como uno de los maestros del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez.
Rodríguez Araque estuvo al frente del Ministerio de Petróleo en 1999 y posteriormente, en el 2000, fue elegido secretario general de la OPEP, cargo que ejerció hasta 2002 cuando retomó la presidencia de la estatal petrolera.
En 2004 asumió como Canciller de la República hasta septiembre de 2006, cuando es designado embajador en Cuba, ejerciendo esta tarea hasta junio de 2008; Araque ocupó la cartera de Finanzas y fungió como representante de Venezuela ante el FMI.
En 2010 fue nombrado ministro de Energía Eléctrica y en el 2012 fue designado Secretario General de la Unasur, cargo que ejerció hasta el 2014, cuando regresó a La Habana en calidad de Embajador de Venezuela.
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