Estados Unidos (EEUU) se prepara para la llegada de miles de migrantes centroamericanos en la llamada «caravana de migrantes» que, desde mediados de octubre, caminan con destino a la frontera entre México y esa nación, con el objetivo de ingresar a su territorio.
Mientras la primera de las cuatro marchas se encuentra avanzando por el país azteca, a pocos kilómetros de EEUU, la segunda de ellas, atraviesa Guatemala, con rumbo el norte.
Ante la situación, la administración de Donald Trump se encuentra desde el pasado viernes reforzando la seguridad fronteriza para evitar el ingreso masivo de latinos ilegales, muchos de ellos familias completas.
Para eso, ha desplegado 5.200 soldados y ha implementado el uso de drones, helicópteros Blackhawk con visión nocturna y sensores de movimiento, además de aviones de carga C-130 y C-17. A eso se le suman las vallas con alambres de púas en el puente McAllen-Hidalgo-Reynosa, en Texas, además de otros puntos en Arizona y California, todos limítrofes con México.
El refuerzo se adiciona a los ya 3.500 miembros de la Guardia Nacional, pudiendo llegar incluso a los 15.000 efectivos en total, según aseguró el mismo presidente de EE.UU., Donald Trump, el mayor contingente de soldados usados en décadas dentro del territorio de la nación.
«El alambre de púas utilizado de manera apropiada puede ser una escena hermosa», señaló además Trump este sábado, al ser consultado sobre las medidas tomadas en la frontera.
Por su parte, el asesor de políticas del Centro de Derechos Fronterizos de la Unión por las Libertades Civiles de EE.UU. en El Paso, Shaw Drake, afirmó que los migrantes «necesitan agua, pañales y suplementos básicos, no una división del ejército».
«Enviar fuerzas militares activas a nuestra frontera sur, no solo es un gran desperdicio de dinero de los contribuyentes, sino un curso de acción innecesario que aterrorizará y militarizará aún más a nuestras comunidades fronterizas», agregó Drake.
Los hombres mujeres y niños que integran la caravana de migrantes, provienen principalmente de Honduras, aunque también hay ciudadanos de Guatemala, El Salvador y México, sumando un total de 7.000 personas divididas en cuatro distintas marchas, según informó la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Paradójicamente, la caravana de migrantes huye hacia el país que ejecuta las mismas políticas imperialistas que los tiene sumidos en la pobreza y la violencia.
T/ Telesur