Aproximadamente 528 niños inmigrantes continúan separados de sus padres en Estados Unidos (EEUU), a pesar de la decisión de un juez federal que ordenó a la administración de Donald Trump reunir a los menores de edad con su familia.
De acuerdo con un despacho de Prensa Latina, los abogados del presidente estadounidense indicaron que aún quedan 23 menores de cinco años y 505 niños entre cinco y 17 años de edad que se encuentran todavía en la Oficina de Reasentamiento de Refugiados.
Además, 343 padres de estos menores se encuentran fuera del país, luego de ser deportados, 19 están bajo custodia de las autoridades estadounidenses y 62 levantaron alguna señal de alarma en las comprobaciones correspondientes.
El pasado junio, el Departamento de Seguridad Nacional de EEUU (DHS, por sus siglas en Inglés) informó que desde el 19 de abril hasta el 31 de mayo de 2018 se registró la cifra de más de 2.300 menores de edad separados de sus padres, luego que fueran aprehendidos por ingresar ilegalmente a este país, a través de la frontera con México, y que aún se encuentran en espera de un proceso.
Ante el repudio que generó esta política de separación de familias, el gobierno de EEUU decidió apostar por la «reunificación» de los núcleos familiares fracturados con la medida.
La solicitud constituye una de las acciones contempladas en un decreto ejecutivo, firmado a mediados de junio por Trump, que determina el fin de la separación de niños inmigrantes de sus padres en la frontera con México.
La resolución surgió a raíz de los pronunciamientos de rechazo que, entre otros, manifestaran el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
T/AVN