Johan Santana fue inmortalizado por Minnesota

Hace ya 14 años que Minnesota se rindió a los pies del venezolano Johan Santana, aquel hábil lanzador que terminó por convertirse en el as del equipo y en uno de los mejores abridores que se vio en las Grandes Ligas durante la década de los 2000. Su historia es recordada por los Mellizos con un arraigo particular y por ello lo han reconocido como un inmortal.

El Target Field, hogar del criollo durante ocho temporadas (2000-2007), fue el escenario perfecto para premiar su paso por el club y rememorar los logros alcanzados: dos premios Cy Young de forma unánime (2004-2006), una triple corona (2006) y un guante de oro (2007). Además del récord de más ponches en un juego de la franquicia (17 en 2007) y el liderato de efectividad conseguido durante tres años (2004, 2006 y 2008).

“Me siento excelente, feliz… muy orgulloso de representarlos a todos y tener la oportunidad de hacer historia acá… Sin ustedes yo no lo hubiese podido hacer”, confesó el tovareño en declaraciones publicadas en las redes sociales.

La ocasión, en la que el zurdo develó una placa con su nombre al lado del tricolor nacional, sirvió para revivir sus glorias y los múltiples momentos que regaló a Venezuela y a Minnesota. En ese club Santana vivió los mejores años de su carrera, porque aunque el No-Hitter que consiguió con los Mets de Nueva York en 2012 fue especial, su paso por los Mellizos fue lo que lo convirtió en un lanzador de élite.

Fue imbatible y ahora su récord de 93 victorias por apenas 44 derrotas, aquella efectividad de 3.22 y sus 1.381ponches en 1.308 innings y dos tercios de labor serán recordados por siempre en Minneapolis.

Johan es apenas el sexto venezolano inmortalizado por una divisa de MLB. Los otros son Luis Aparicio (Orioles y Medias Blancas), David Concepción (Rojos), Andrés Galarraga (Rockies), Omar Vizquel (Indios) y Melvin Mora (Orioles). Un verdadero grupo de élite que sentencia una vez más que Venezuela es tierra de leyendas del beisbol.

El reconocimiento es merecido ante una historia que terminó temprano tras la presencia de múltiples lesiones y que pese a varios intentos no pudo ser retomada, dejando sentimientos encontrados en los fanáticos del buen beisbol. Hoy eso ha quedado en el pasado, hoy solo hay espacio para aplaudir de pie al primer Cy Young de Venezuela.

LVBP