Las ideas de los comunistas cubanos quedarán como prueba de que en este planeta, si se trabaja con fervor y dignidad, se pueden producir los bienes materiales y culturales que los seres humanos necesitan y debemos luchar sin tregua para obtenerlos, expresó.
A los hermanos de América Latina y el mundo debemos transmitirles que el pueblo cubano vencerá, destacó desde el capitalino Palacio de Convenciones en la última sesión del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba, en la cual felicitó a los participantes.
Emprenderemos la marcha y perfeccionaremos lo que debemos perfeccionar, con lealtad meridiana y la fuerza unida como Martí, Maceo y Gómez, en marcha indetenible, sostuvo en alusión a los próceres independentistas cubanos José Martí, Antonio Maceo y Máximo Gómez.
Constituye un esfuerzo sobrehumano dirigir cualquier pueblo en tiempos de crisis, agregó Fidel Castro, quien resaltó el honor vivido por los delegados elegidos para participar en el evento.
A esto se suma, resaltó, el privilegio de ser revolucionario, que es fruto de nuestra propia conciencia.
Manifestó que la palabra comunista expresa el concepto más distorsionado y calumniado de la historia por parte de aquellos que tuvieron el privilegio de explotar a los pobres.
El líder histórico de la Revolución, quien recordó que este 2016 cumplirá 90 años, rememoró cuando era un estudiante de leyes y ciencias políticas y no contaba con un preceptor que lo ayudara en el estudio del marxismo leninismo.
Tenía entonces como 20 años, manifestó, y era aficionado al deporte y a escalar montañas, no era más que un teórico y, desde luego tenía una confianza total en la Unión Soviética.
«La obra de Lenin ultrajada tras 70 años de Revolución. ¡Qué lección histórica!», apuntó.
De acuerdo con Fidel, se puede afirmar que no deberán transcurrir 70 años para que ocurra otro acontecimiento como la Revolución rusa, para que la humanidad tenga otro ejemplo de la grandiosa revolución social que significó un enorme paso en la lucha contra el colonialismo y su inseparable compañero, el imperialismo.
T/ Prensa Latina