EEUU abandonó a Puerto Rico tras el huracán María

Casi una semana después de que el huracán María azotara el territorio puertorriqueño, sus habitantes enfrentan una crisis humanitaria que amenaza con agravarse, ante las demoras en el arribo de la ayuda estadounidense.

Sus habitantes sufren serias dificultades en cuanto a la alimentación, el agua, el transporte, las comunicaciones y la energía eléctrica, reseña Prensa Latina.

Según la firma consultora AIR Worldwide el fenómeno meteorológico, que provocó la muerte en la isla de más de una decena de personas, ocasionó entre 34 mil y 72 mil millones en pérdidas, en momentos en que existe una grave situación económica en ese territorio bajo la condición de Estado Libre Asociado de Estados Unidos.

El gobernador Ricardo Roselló reclamó asistencia financiera al Gobierno federal norteamericano, pero los mecanismos para su aprobación y entrega parecen estancados ante los ojos de los miles de habitantes que sufren las consecuencias del meteoro.

Dicho funcionario expresó que el Centro para el Control de Enfermedades trabaja en diferentes aspectos, en particular el control de calidad de agua.

Autoridades locales prometieron que pronto se restablecerá la distribución de combustible, priorizando el que se utiliza en las plantas necesarias para el sistema electroenergético del país, el cual sigue colapsado y mantiene a más de tres millones de personas sin electricidad.

Según medios de prensa locales, en el área de las telecomunicaciones se espera que haya avances importantes en un plazo de 30 días.

Entretanto, miles de personas intentan salir de Puerto Rico rumbo a EEUU y otras naciones, al tiempo que en las últimas horas hubo denuncias de que las aerolíneas se aprovechan del alza de la demanda para subir de forma inadecuada los precios de los pasajes.

Trump criticado por falta de acción

Tras ser cuestionado por las demoras en la ayuda a la isla, el presidente Donald Trump, quien visitó los estados de Florida y Texas tras el paso del huracán Harvey, informó ayer que viajará a la isla el próximo martes 3 de octubre, casi dos semanas después del desastre.

Además, el vicepresidente Mike Pence se reunió ayer en el Capitolio federal con la comisionada residente en Washington, Jenniffer González, y varios legisladores federales, para discutir la emergencia que enfrenta Puerto Rico.

El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Paul Ryan, prometió que las autoridades harán todo lo posible por garantizar que los puertorriqueños tengan todo lo necesario, pero otros legisladores estiman que el Gobierno federal no trabaja con la suficiente rapidez.

“La respuesta de la administración Trump a la destrucción en Puerto Rico es totalmente inadecuada, el territorio está casi completamente sin energía, agua, alimentos y servicios telefónicos”, afirmó el congresista Adam Smith, principal figura demócrata en el Comité de Servicios Armados de la Cámara baja.

“Es una desgracia y como mínimo el Presidente necesita planificar un esfuerzo coordinado de los militares para garantizar la asistencia humanitaria, con un alto oficial al frente”, añadió.

Mientras, el Pentágono informó que dos buques de guerra, así como efectivos de la Guardia Nacional y la Reserva, incluyendo varios helicópteros, participan en misiones de ayuda, aunque -según el diario Military Times- existen dudas de que estas fuerzas sean suficientes ante el nivel del desastre.

 

T/CiudadCCS