La música del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela llegó a un apartado rincón del estado Apure en octubre 2014, gracias a la Fundación el Semillero- Escuelita de los Llanos, que desde hace 17 años lleva adelante un proyecto de escolarización en la aldea de Mata de Madera, con el apoyo del Colegio Francia de Caracas.
A través de un convenio firmado con el Núcleo de Mantecal, que funciona en esta entidad llanera, se creó el Módulo que lleva el nombre de la misma aldea donde está ubicado, bajo la dirección del profesor Rubén González. Hasta el ejercicio de este año escolar 2016-2017 ha atendido a casi un centenar de estudiantes desde preescolar y hasta el 5to. año de bachillerato, entre quienes hay un grupo que ya tienen sus instrumentos musicales asignados -algunos de ellos donados por El Sistema- para seguir los lineamientos de formación musical que ofrecen los programas Simón Bolívar y Alma Llanera.
En la Escuelita de Los Llanos también se han llevado a cabo diversos campamentos musicales, donde los niños reciben clases de canto, baile, cuatro, guitarra y piano, a cargo de reconocidos intérpretes de música tradicional y clásica. La iniciativa se puso en marcha junto con otras actividades de recreación como el cine y las fiestas navideñas para motivar a los niños en vacaciones. sin embargo, la música se transformó en contenido programático para la escolarización de los habitantes de la Aldea Mata de Madera, y se proyecta también para recibir a más participantes de las zonas circundantes a la parroquia Mantecal.
La profesora Isabelle de Jiménez, docente del Colegio Francia en Caracas, quien fue impulsora del proyecto de la Escuelita de los Llanos, informó que en los próximos años esperan construir una escuela de música con el apoyo de El Sistema y del grupo de arquitectos ADJKM, quienes donaron el diseño de la futura infraestructura a levantarse en la aldea Mata de Madera. “Esta comunidad apostó por la educación de sus hijos y apoya cualquier propuesta que beneficie a la comunidad de general”.
El bombillo prendió en vacaciones
En el año 2000, la profesora Isabel de Jiménez vacacionaba con su familia en el Hato Cañafistola, ubicado en la aldea de Mata de Madera, cuando coincidió con una decena de niños que se dirigían a la escuela. En un acto de espontaneidad, la maestra les pidió que la llevaran a conocer el plantel educativo, y al llegar se encontró con varios palos que levantaban dos techos de zinc. Para su sorpresa, no había pupitres ni cuadernos. Entonces, decidió solicitar el apoyo a la institución donde trabaja y logró que se construyera progresivamente la Escuelita de los Llanos de Apure Ricardo Montilla.
“Al principio, una suma de voluntades desafió las condiciones geográficas, climáticas y económicas para materializar la Escuelita. Los dueños del hato regalaron el terreno y José Lavado, el único docente de 17 años de edad, que en ese momento estaba a cargo de impartir las clases a los niños de la zona, de manera natural asumió el proyecto y logró construir con ayuda de la comunidad, un primer salón donde asistían 14 estudiantes, desde educación inicial, hasta el sexto grado de primaria”.
La docente indicó que actualmente se escolarizan 85 niños, niñas y adolescentes, quienes reciben beneficios como el Plan de Alimentación Escolar (PAE), los cuales son asumidos por el Ministerio de Educación y la Gobernación de Apure.
En 2014 fue registrada la Fundación el Semillero- Escuelita de los Llanos y está conformada por nueve miembros del Colegio Francia. Su logo está basado en los dibujos de frutos que hicieron los niños y es la figura jurídica para impulsar a la Escuelita de los Llanos de Apure, que se caracteriza por ser la única institución educativa en Venezuela con paneles fotovoltaicos, donados por la Petrolera Francesa TOTAL, así como con un molino eólico para bombear el agua y un huerto biológico. “Es totalmente ecológica. Desde el principio se decidió usar energías limpias”, contó Jiménez.
Rescatar los valores
Rescatar el patrimonio cultural a través de la promoción de la música folklórica venezolana y de la confección del tejido de chinchorros, es una de las asignaturas que se ofrece para la preparación de los estudiantes. Lo fabricado es vendido para costear los campamentos musicales.
Los fundadores de la Escuelita de los Llanos se han empeñado en que los niños conozcan la ciudad, las montañas y el mar, por lo que han venido realizado diversos viajes a Caracas con el apoyo de los padres del Colegio Francia.
Para los niños el lugar resulta un permanente descubrimiento. La educación es la más fuerte de las herramientas para construir una nación digna, basada en hombres y mujeres responsables, llenos de entusiasmo.
El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, continuará apoyando este tipo de acciones educativas, sociales y culturales, a través de la Fundación Musical Simón Bolívar, adscrita al Ministerio del Poder Popular para el Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.
T/Fundamusical