La esteatosis hepática, conocida comúnmente como hígado graso, es una condición que se produce cuando los ácidos grasos y triglicéridos se retienen de forma excesiva en las células hepáticas.
Por fortuna, es un problema reversible y fácil de tratar, ya que depende en gran medida de una dieta saludable y reducida en grasas.
Además, se pueden tener en cuenta algunas infusiones naturales que, por sus propiedades, facilitan su control.
¡Descúbrelas!
1. Infusión de menta y boldo
La combinación de las propiedades digestivas de las hojas de menta y boldo nos brinda un completo remedio para estimular la eliminación de las grasas que se retienen en el tejido hepático.
Estas plantas contienen sustancias antiinflamatorias y antioxidantes que protegen las células para reducir el riesgo de patologías más graves.
Ingredientes
1 taza de agua (250 ml)
1 cucharadita de hojas de menta (5 g)
1 cucharadita de hojas de boldo (5 g)
Preparación
Deja hervir la taza de agua y, cuando rompa en ebullición, agrégale las plantas.
Reduce el fuego a mínimo y déjalo durante 2 minutos.
Luego, espera que repose otros 10 minutos y cuélala.
Modo de consumo
Ingiere una taza de infusión en ayunas, durante 3 semanas.
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2. Infusión de alcachofa
Por su capacidad para reducir la acumulación de grasa en el cuerpo, la alcachofa es uno de los remedios más recomendados para tratar el hígado graso.
Contiene fibras naturales y sustancias antioxidantes que promueven la limpieza de este órgano, por lo que evitan la acumulación de lípidos en sus tejidos.
Ingredientes
3 tazas de agua (750 ml)
1 alcachofa
Preparación
Vierte las tazas de agua en una olla y ponlas a hervir a fuego alto.
Una vez hierva, añade una alcachofa troceada y déjala a fuego mínimo durante 3 minutos.
Espera que la bebida repose y sírvela.
Modo de consumo
Consume una taza de infusión de alcachofa antes de cada comida principal.
3. Infusión de diente de león
Las propiedades depurativas de la infusión de diente de león facilitan el tratamiento del hígado graso para evitar molestias digestivas y problemas inflamatorios.
Esta bebida contiene antioxidantes y minerales esenciales que, en conjunto, apoyan el metabolismo para una óptima descomposición de las grasas.
Ingredientes
1 taza de agua (250 ml)
1 cucharada de diente de león (10 g)
Preparación
Hierve la taza de agua y agrégale una cucharada de diente de león.
Deja que repose 15 minutos y cuélala.
Modo de consumo
Toma 2 o 3 tazas de infusión durante 2 semanas seguidas.
4. Infusión de semillas de hinojo
Las semillas de hinojo contienen sustancias antiinflamatorias y antioxidantes que resultan claves en el tratamiento de la esteatosis hepática.
Su infusión contiene activos naturales que ayudan a reducir la acumulación de lípidos, por lo que facilita el proceso de digestión.
Ingredientes
1 taza de agua (250 ml)
1 cucharadita de semillas de hinojo (5 g)
Preparación
Pon a hervir el agua y agrégale las semillas de hinojo.
Deja que repose unos minutos y cuélala antes de ingerirla.
Modo de consumo
Toma 2 tazas de infusión al día, mínimo 3 semanas.
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5. Infusión de cáscara de limón
Las fibras naturales que aporta la cáscara de limón se pueden aprovechar como complemento para promover la digestión de los lípidos que se acumulan en el hígado.
Su ingesta en infusión apoya el proceso de digestión y disminuye la acumulación de toxinas y líquidos.
Ingredientes
1 cáscara de limón
1 taza de agua (250 ml)
Preparación
Agrega una cáscara de limón en una taza de agua hirviendo y déjala reposar de 10 a 15 minutos.
Pasado este lapso, filtra el líquido con un colador y bébelo.
Modo de consumo
Ingiere una taza de infusión de cáscara de limón en ayunas y antes de cada comida principal.
Tómala por lo menos 3 semanas seguidas.
Como puedes notar, es muy fácil preparar infusiones para tratar este problema hepático.
Elige la que consideres más conveniente y consúmela según las recomendaciones dadas.
T/Agencias