Correo a Hillary en 2010 le pedía no “alabar” a Venezuela por deportar traficantes

Colombian Carlos Alberto Ojeda Herrera, a suspected drug trafficker, is escorted by Venezuelan secret police during his extradition to the U.S. from Simon Bolivar international airport in Maiquetia on the outskirts of Caracas, Tuesday July 13, 2010. Ojeda screamed that he is Venezuelan. (AP Photo/Ariana Cubillos)
El colombiano Carlos Alberto Ojeda Herrera, sospechoso de tráfico de drogas, es escoltado por agentes del CICPC durante su extradición a los EEUU, el 13 de julio de 2010  (AP Photo/Ariana Cubillos)

Un informe elaborado en 2010 por la entonces subsecretaria para Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado de EEUU, Roberta Jacobson, recomendaba “no alabar” al gobierno venezolano por la realización de capturas y deportaciones de jefes del narcotráfico colombiano que eran requeridos por la justicia estadounidense.

El documento, que forma parte del archivo de los correos de la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, fue elaborado en l contexto de la deportación de los capos colombianos Carlos Alberto Rentería Mantilla (alias Beto Renteria), Carlos Ojeda Herrera y Luis Frank Tello Candelo, en julio de 2010, y estaba dirigido a Jacob Sullivan, quien actuaba como jefe de despacho de Clinton. Estas deportaciones forman parte de las 21 que hizo el gobierno venezolano durante la gestión de Tareck El Aissami frente al Ministerio del Interior.

El informe fue motivado a que la secretaria Clinton, al ser informada sobre las inminentes nuevas deportaciones, había preguntado, extrañada, “¿Otros?”.

Luego de ofrecer detalles biográficos de los tres deportados, Jacobson comenta con un toque de extrañeza que “si bien nuestra cooperación con Venezuela es casi inexistente (…)  elige en ocasiones hacer arrestos significativos y entregarnos los individuos.”

Luego agrega, casi con frustración, que “es prácticamente imposible discernir su motivación para hacerlo en estos casos.” Al tiempo que reconoce que independientemente de la motivación es una cosa objetivamente buena que estas tres personas se enfrentan a la justicia por sus crímenes en los Estados Unidos.

Y puntualiza diciendo “damos la bienvenida a la acción venezolana, pero ten cuidado de no alabarles por tomar acciones que deberían hacer de todos modos.”

La funcionaria también aporta algunos detalles sobre el proceso de captura de los traficantes, y explica que a Beto Rentería lo capturaron los venezolanos gracias a información de inteligencia recogida por la Policía Nacional de Colombia que fue entregada a una unidad antidrogas británica. Esta a su vez compartió los datos con los funcionarios venezolanos.

Rentería era considerado el último de los grandes jefes del cartel del Norte del Valle buscado por las autoridades y así lo recalca Jacobson en su informe.

Mientras que en el caso de Ojeda y Tello la diplomática aseguraba que la policía venezolana habia recibido información de “la presencia vestigial de la DEA en Caracas”.

Sullivan, tras revisar el documento, lo remitió a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, inmediatamente. Evidentemente hizo caso a la recomendación de no “alabar” ni reconocer la labor impulsada por El Aissami.

El correo puede ser consultado en el repositorio de Wikileaks.

T/ La Tabla