La oficina del gobierno de EEUU que el lunes señaló como traficante al vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami, mencionó como sus cómplices y colaboradores a varios traficantes u organizaciones a los que el mismo funcionario persiguió y expulsó de Venezuela cuando se desempeñó como ministro del Interior, entre 2008 y 2013.
Se trata de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros, una dependencia del Departamento del Tesoro, que en el comunicado, donde explica la decisión, asegura que El Aissami mantiene nexos con integrantes del cartel mexicano de Los Zetas, y además con el jefe colombiano de las drogas, Daniel Barrera Barrera (alias “El Loco Barrera”) y con el venezolano (y también colombiano) Hermágoras González Polanco.
Sin embargo lo contradictorio es que el actual vicepresidente dedicó buena parte de su tiempo a buscar, reprimir y finalmente sacar de Venezuela a estos delincuentes o a miembros de sus organizaciones.
En el caso de la banda mexicana de Los Zetas, vale mencionar que en enero de 2011 el CICPC capturó a Gloria Inés Rojas Valencia, una colombiana que operaba desde la nación suramericana por cuenta de la organización, caracterizada por su violencia.
Se trata de una ingeniera industrial de 56 años para ese entonces, deportada a EEUU el 22 de marzo de ese año, y quien era la amante de otro jefe del tráfico de drogas conocido como El Negro Tello, según registra el portal de internet del Correo del Orinoco.
Este sujeto, cuyo nombre completo es Luis Frank Tello, también formaba parte de Los Zetas, y además era el segundo al mando de la organización de Daniel “El Loco” Barrera.
Había sido detenido en Colombia en 1996, en el marco de una operación del DAS y la DEA, donde aprehendieron a otras 14 personas relacionadas con el tráfico de estupefacientes, pero quedó en libertad en 1999, ya que su expediente desapareció, indicó el ministro El Aissami cuando en julio de 2010 fue deportado a EEUU tras su captura por parte del gobierno de Venezuela.
Los nexos de Tello con funcionarios policiales y oficiales colombianos corruptos se remontan a esos años, y la información de esas relaciones estalla en 2012 con el proceso iniciado en una corte de Virginia contra el jefe de seguridad de Álvaro Uribe Vélez cuando este fue presidente, el general Mauricio Santoyo Velasco.
El proceso contra Santoyo, quien finalmente fue condenado a 13 años de cárcel tras declararse culpable de colaborar con grupos terroristas (paramilitares), permitió registrar una serie de testimonios de antiguos oficiales de policía que habían trabajado para organizaciones delictivas como la Oficina de Envigado y otros carteles de droga.
Cartel de La Guajira y paramilitarismo
Uno de los nombres mencionados por la OFAC es el de Hermágoras González Polanco, quien era líder del llamado cartel de La Guajira, un grupo estrechamente vinculado con el paramilitarismo a través de la organización Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), y que controlaba en ese momento el tráfico de drogas en el norte de la frontera colombo-venezolana.
Está acusado de haber enviado nueve toneladas de cocaína a EEUU entre 1999 y 2000, junto con su socio Salomón Camacho Mora, y al momento de su captura las autoridades estadounidenses ofrecían una recompensa de cinco millones de dólares por información que llevara a su localización.
González Polanco fue capturado por agentes de la extinta Disip en marzo de 2008, en una finca fronteriza en el estado Zulia. Hasta el momento había logrado evitar la detención, pues acostumbraba a “comprar” a funcionarios policiales y militares para que lo protegieran y le alertaran sobre alguna operación en su contra.
En virtud de que tenía nacionalidad venezolana, no podía ser extraditado a otro país y fue procesado en la jurisdicción del país.
Dos años después, en enero de 2010, El Aissami dirigió la aprehensión del socio de González, Camacho Mora, quien usaba tácticas similares y era escoltado por hombres formados por grupos paramilitares. Tras su detención fue deportado a EEUU el 2 de febrero de 2010.
Paradójicamente González fue condenado en Venezuela a una pena de casi 16 años, mientras que su socio Camacho sólo a 11 años en los EEUU, en enero de 2016, tras declararse culpable.
El Loco Barrera condenado a 35 años
El otro capo mencionado como socio de El Aissami es Daniel Barrera Barrera, alias El Loco Barrera, quien fue capturado en San Cristóbal, estado Táchira, el 18 de septiembre de 2012. Se había hecho cirugías de rostro y borrado con ácido las huellas digitales para evitar ser identificado y así evadir la detención.
De haber sido cierta la relación de complicidad, el entonces ministro venezolano habría perdido un gran socio, pues en ese momento se consideraba a Barrera como el más grande capo del narcotráfico de Colombia y se estimaba que había logrado transportar hasta los EEUU unas 720 toneladas de cocaína.
El Loco fue deportado a Colombia en noviembre, en la línea fronteriza en Táchira, o para ser más exactos fue expulsado, es decir, obligado a caminar hacia territorio colombiano, donde fue recibido por la policia de ese país.
Posteriormente Colombia atendió la solicitud de EEUU y aprobó su extradición para que respondiera a los cargos judiciales.
En julio de 2016 un juez del Distrito Sur de Nueva York condenó al capo colombiano a 35 años de prisión y a una multa de 10 millones de dólares al hombre considerado el mayor capo del narcotráfico de Colombia en los últimos 15 años.
T/VICTOR HUGO MAJANO/CIUDAD CCS