Los Carnavales de El Callao cumplen con los requisitos para ser reconocidos como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad porque representan una expresión popular, propia del estado Bolívar, que es reconocida por esta comunidad como parte de su identidad cultural.
Así lo establece la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial acordada el 19 de octubre de 2003 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Venezuela se ahderió a este instrumento con lo cual el Estado lo asume como una Ley.
El texto de la convención, disponible en el sitio web de la Unesco, establece que el patrimonio cultural inmaterial «se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia».
La Unesco define el contenido de la expresión patrimonio cultural como aquel «que no se limita a monumentos y colecciones de objetos, sino que comprende también tradiciones o expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes».
Además indica que solamente se tendrá en cuenta aquel patrimonio cultural inmaterial que respete los acuerdos internacionales de derechos humanos así como el respeto mutuo entre las comunidades y de desarrollo sostenible.
El próximo 28 de noviembre se instalará en Adís Abeba, Etiopía, una reunión intergubernamental del Comité para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural de la Unesco que evaluará las propuestas presentadas por distintas naciones.
La delegación venezolana que presentará el Carnaval de El Callao está conformada por Benito Irady, presidente del Centro para la Diversidad Cultural; George Amaiz, de la oficina técnica de enlace con la Unesco; y los cultores Jorge Clark, Nibis López y Mirna Harewood.
Amaiz explicó, en una entrevista realizada por la Agencia Venezolana de Noticias (AVN) antes de su viaje, el organismo internacional deberá elegir entre más de 55 expedientes, incluido el de estos carnavales, para tomar la decisión.
Ratificó que los Carnavales de El Callao cuentan con todos los atributos para obtener esta declaratoria y resaltó que sería de gran alegría para el pueblo venezolano.
«Esto nos invita a estar orgullosos de lo que somos y nos invita a trabajar para continuar el apoyo a los saberes tradicionales que hay en todo el país», expresó.
Además de los Carnavales de El Callao, este año se evaluarán otras expresiones culturales de Latinoamérica, como la rumba cubana, mezcla de baile y música; la charrería, arte ecuestre tradicional de México y la música y baile del merengue de República Dominicana.
Expresión multicultural del pueblo
Los Carnavales de El Callao es una fiesta con más de 120 años de antigüedad,que representa la fusión de la cultura de las personas de los pueblos del Caribe que se asentaron en esta localidad atraìdos por las minas de oro.
Participan las «madamas» o damas Afrodescendientes (y de habla inglesa), vestidas con pesados trajes de muchos colores, grandes turbantes y gran cantidad de collares; los trenzados de los turbantes tienen distintos significados.
También participan los «diablos», figuras adultas o infantiles vestidos de rojo, azul o amarillo que se cubren la cabeza con grandes máscaras llenas de cuernos, nacidos de mitos populares y supersticiones criollas, encargados de proteger la comparsas.
El «peón» o trabajador está presente en los «negro medio pinto», quienes pintan su cuerpo con alquitrán o pintura negra y amenazan con «pintar» a los transeúntes a menos que se les brinde bebida o se les de un medio (25 céntimos de Bolívar en tiempos originales de la fiesta).
Otro personaje típico es el minero artesanal, con su pico, pala y la «batea» o plato donde va depurando la arena de los ríos cercanos para separar los granitos de oro que le darán la tan buscada riqueza.
La música que mueve las comparsas es el «calipso», ritmo exclusivo de esta localidad que se canta en patois, una mezcla de inglés, español y francés, acompañada por instrumentos de percusión como el bum-bac y los tambores de metal, en parte heredados de los carnavales de Trinidad y Tobago y que se fabrican con tambores de petróleo recortados y moldeados para dar diferentes tonalidades similares a un timbal.
En el año 2014 el Carnaval Tradicional de El Callao fue declarado Patrimonio Cultural de Venezuela y desde entonces se trabaja por ampliar este reconocimiento al ámbito internacional por intermedio de la Unesco.
El reconocimiento de una actividad popular como Patrimonio Cultural Inmaterial incluye además los objetos materiales necesarios para su practica así como los aspectos relacionados, en este caso, la gastronomía, los trajes, instrumentos musicales, la música.
T/AVN
Así lo establece la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial acordada el 19 de octubre de 2003 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Venezuela se ahderió a este instrumento con lo cual el Estado lo asume como una Ley.
El texto de la convención, disponible en el sitio web de la Unesco, establece que el patrimonio cultural inmaterial «se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia».
La Unesco define el contenido de la expresión patrimonio cultural como aquel «que no se limita a monumentos y colecciones de objetos, sino que comprende también tradiciones o expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes».
Además indica que solamente se tendrá en cuenta aquel patrimonio cultural inmaterial que respete los acuerdos internacionales de derechos humanos así como el respeto mutuo entre las comunidades y de desarrollo sostenible.
El próximo 28 de noviembre se instalará en Adís Abeba, Etiopía, una reunión intergubernamental del Comité para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural de la Unesco que evaluará las propuestas presentadas por distintas naciones.
La delegación venezolana que presentará el Carnaval de El Callao está conformada por Benito Irady, presidente del Centro para la Diversidad Cultural; George Amaiz, de la oficina técnica de enlace con la Unesco; y los cultores Jorge Clark, Nibis López y Mirna Harewood.
Amaiz explicó, en una entrevista realizada por la Agencia Venezolana de Noticias (AVN) antes de su viaje, el organismo internacional deberá elegir entre más de 55 expedientes, incluido el de estos carnavales, para tomar la decisión.
Ratificó que los Carnavales de El Callao cuentan con todos los atributos para obtener esta declaratoria y resaltó que sería de gran alegría para el pueblo venezolano.
«Esto nos invita a estar orgullosos de lo que somos y nos invita a trabajar para continuar el apoyo a los saberes tradicionales que hay en todo el país», expresó.
Además de los Carnavales de El Callao, este año se evaluarán otras expresiones culturales de Latinoamérica, como la rumba cubana, mezcla de baile y música; la charrería, arte ecuestre tradicional de México y la música y baile del merengue de República Dominicana.
Expresión multicultural del pueblo
Los Carnavales de El Callao es una fiesta con más de 120 años de antigüedad,que representa la fusión de la cultura de las personas de los pueblos del Caribe que se asentaron en esta localidad atraìdos por las minas de oro.
Participan las «madamas» o damas Afrodescendientes (y de habla inglesa), vestidas con pesados trajes de muchos colores, grandes turbantes y gran cantidad de collares; los trenzados de los turbantes tienen distintos significados.
También participan los «diablos», figuras adultas o infantiles vestidos de rojo, azul o amarillo que se cubren la cabeza con grandes máscaras llenas de cuernos, nacidos de mitos populares y supersticiones criollas, encargados de proteger la comparsas.
El «peón» o trabajador está presente en los «negro medio pinto», quienes pintan su cuerpo con alquitrán o pintura negra y amenazan con «pintar» a los transeúntes a menos que se les brinde bebida o se les de un medio (25 céntimos de Bolívar en tiempos originales de la fiesta).
Otro personaje típico es el minero artesanal, con su pico, pala y la «batea» o plato donde va depurando la arena de los ríos cercanos para separar los granitos de oro que le darán la tan buscada riqueza.
La música que mueve las comparsas es el «calipso», ritmo exclusivo de esta localidad que se canta en patois, una mezcla de inglés, español y francés, acompañada por instrumentos de percusión como el bum-bac y los tambores de metal, en parte heredados de los carnavales de Trinidad y Tobago y que se fabrican con tambores de petróleo recortados y moldeados para dar diferentes tonalidades similares a un timbal.
En el año 2014 el Carnaval Tradicional de El Callao fue declarado Patrimonio Cultural de Venezuela y desde entonces se trabaja por ampliar este reconocimiento al ámbito internacional por intermedio de la Unesco.
El reconocimiento de una actividad popular como Patrimonio Cultural Inmaterial incluye además los objetos materiales necesarios para su practica así como los aspectos relacionados, en este caso, la gastronomía, los trajes, instrumentos musicales, la música.
T/AVN