Si deseas un lavaplatos ecológico que puedas preparar en la comodidad de tu hogar, que te permita ahorrar dinero al usar pocos ingredientes y además sea un producto beneficioso para tus manos, aquí te decimos cómo:
Necesitas:
2 tazas de vinagre blanco
6 tazas de agua
1 taza de jabón rallado (jabón natural, de glicerina, jabón puro…)
Zumo o jugo de un limón
4 cucharadas de bicarbonato de sodio
Un puñado de sal gruesa
Procedimiento:
El primer paso para preparar tu lavaplatos casero será rallar una pastilla de jabón de glicerina, neutro o puro. Para ello, tan solo necesitarás un rallador de los que usas habitualmente en la cocina; lo más adecuado será que reserves uno exclusivamente para la elaboración de jabón y no lo mezcles con los que entran en contacto con los alimentos.
Seguidamente, deberás poner en una olla el vinagre blanco y el agua, encender el fuego para que vaya calentándose a media potencia. En el momento en que arranque a hervir, baja el fuego y mantenlo al mínimo.
El próximo paso será ir agregando los ingredientes uno por uno en la olla a fuego a medio, sin dejar de remover; será fundamental que antes de verter un ingrediente te asegures de que el anterior se ha disuelto por completo. Así pues, añade primero la sal gruesa, seguidamente el zumo de limón, el jabón rallado y, por último, el bicarbonato sódico.
Una vez que los componentes del lavaplatos casero estén bien mezclados, el resultado debe ser una mezcla uniforme y homogénea de color blanquecino. Déjala enfriar por completo antes de envasarla y utilizarla para dejar tus platos, vasos y cubiertos relucientes. Te sugerimos que reaproveches una botella de lavaplatos jabón líquido de compra para que te resulte más práctico usar el dispensador de jabón.
T/Agencias
Necesitas:
2 tazas de vinagre blanco
6 tazas de agua
1 taza de jabón rallado (jabón natural, de glicerina, jabón puro…)
Zumo o jugo de un limón
4 cucharadas de bicarbonato de sodio
Un puñado de sal gruesa
Procedimiento:
El primer paso para preparar tu lavaplatos casero será rallar una pastilla de jabón de glicerina, neutro o puro. Para ello, tan solo necesitarás un rallador de los que usas habitualmente en la cocina; lo más adecuado será que reserves uno exclusivamente para la elaboración de jabón y no lo mezcles con los que entran en contacto con los alimentos.
Seguidamente, deberás poner en una olla el vinagre blanco y el agua, encender el fuego para que vaya calentándose a media potencia. En el momento en que arranque a hervir, baja el fuego y mantenlo al mínimo.
El próximo paso será ir agregando los ingredientes uno por uno en la olla a fuego a medio, sin dejar de remover; será fundamental que antes de verter un ingrediente te asegures de que el anterior se ha disuelto por completo. Así pues, añade primero la sal gruesa, seguidamente el zumo de limón, el jabón rallado y, por último, el bicarbonato sódico.
Una vez que los componentes del lavaplatos casero estén bien mezclados, el resultado debe ser una mezcla uniforme y homogénea de color blanquecino. Déjala enfriar por completo antes de envasarla y utilizarla para dejar tus platos, vasos y cubiertos relucientes. Te sugerimos que reaproveches una botella de lavaplatos jabón líquido de compra para que te resulte más práctico usar el dispensador de jabón.
T/Agencias