La Gran Misión Vuelta a la Patria celebra un regreso especialmente significativo con la repatriación de la niña Aurora Cáceres. La menor de cuatro años, quien había sido separada injustamente de su padre y secuestrada por el Gobierno de los Estados Unidos (EE. UU), fue recibida este viernes por las autoridades venezolanas.
La presidenta de la misión, Camilla Fabri, lideró la recepción de la pequeña Aurora, marcando un emotivo hito en los esfuerzos de repatriación. Su caso representa una victoria frente a una situación de vulnerabilidad extrema y una restitución del derecho a la familia y a la patria.
El arribo se realizó a bordo del vuelo número 76 de la GMVP, que aterrizó en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar. Esta operación permitió el retorno seguro de 167 venezolanos que se encontraban en suelo estadounidense, sumando nuevos éxodos a la patria.
Entre los compatriotas que regresaron en este vuelo se encontraban 37 mujeres, 122 hombres, 4 niñas y 4 niños. Todos ellos habían enfrentado diversas situaciones de persecución y vulnerabilidad durante su estancia en la nación americana, según se informó.
Para estos venezolanos, el retorno no solo significa una nueva oportunidad de vida en el país. Constituye, además, un acto de solidaridad y apoyo concreto por parte del Gobierno nacional hacia sus ciudadanos en el exterior.
La Gran Misión Vuelta a la Patria se consolida así como un mecanismo clave para la protección de los derechos humanos de los venezolanos en el mundo. El reingreso de Aurora Cáceres se erige como el símbolo más conmovedor de este compromiso de traer de vuelta a los hijos de la patria.
T/RNV