Hace 126 años, un tribunal arbitral en París emitió un fallo que desgajó el territorio de la Guayana Esequiba de Venezuela. Hoy, la nación bolivariana conmemora esa fecha reafirmando su categórico rechazo ante un acto inmoral e ilegal. El presidente Nicolás Maduro lideró el recordatorio de este episodio histórico
Desde su cuenta de Telegram, el mandatario venezolano condenó con fuerza la farsa de 1899. Señaló que este laudo fue un claro ejemplo de la diplomacia del derecho colonial, orquestado por las viejas potencias europeas y el entonces naciente imperio estadounidense, amparado bajo la Doctrina Monroe
Explicó que aquella decisión fue fraudulenta, ya que se tomó a espaldas de Venezuela. «A nuestra Patria se le negó el derecho a la defensa y a la participación», afirmó. Subrayó que el proceso estuvo plagado de vicios, bajo la coacción y la amenaza del uso de la fuerza por parte de la corona británica.
La posición venezolana es clara e irrevocable: jamás reconocerá ese laudo, al que considera anacrónico, nulo e írrito. El gobierno nacional denuncia que su derecho sobre la Guayana Esequiba es libertario y se alza frente a lo que define como un despojo colonial orquestado hace más de un siglo.
Frente a este fallo inválido, Venezuela ratifica el Acuerdo de Ginebra de 1966 como el único instrumento jurídico viable. Este tratado, suscrito con el Reino Unido antes de la independencia de Guyana, es la vía legítima para alcanzar una solución práctica y mutuamente aceptable.
El laudo fue fraguado con la usurpación de la defensa venezolana, el forjamiento de documentos y mapas, y el uso de artimañas. Estas graves violaciones al Derecho Internacional son la prueba fundamental que define a la sentencia de 1899 como nula y sin ningún valor legal.
Enlace a la publicación del presidente Nicolás Maduro en Telegram
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