Movimientos sociales estadounidenses e internacionales se concentraron en Nueva York en un acto de solidaridad con la República Bolivariana de Venezuela. La movilización respondió a la amenaza imperial del gobierno de EE.UU., manifestada con la presencia de una presencia naval militar en el mar Caribe.
La delegación venezolana fue liderada por el canciller de la República, Yván Gil, quien agradeció la hermandad de los pueblos del mundo. Desde el acto, envió un contundente mensaje contra la intervención y el belicismo.
«No permitamos que usen a nuestros hijos, nietos, hermanos como moneda de sacrificio para obtener petróleo. Detengamos el envío de bombas a los jóvenes latinoamericanos. Detengamos la criminalización a nuestras migraciones», expresó el canciller Gil durante su intervención.
El jefe de la diplomacia venezolana resaltó la propuesta del presidente Nicolás Maduro de convocar una gran conferencia por la paz y la soberanía latinoamericana. Subrayó que la iniciativa requiere del apoyo fundamental de los pueblos, incluido el estadounidense, para alcanzar el éxito.
Gil enfatizó que la conferencia, a la que se han sumado algunos gobiernos, tiene como objetivo fundamental establecer un diálogo regional. Sin la participación activa de las ciudadanías, advirtió, los esfuerzos no tendrán la efectividad deseada.
Finalmente, el canciller cerró su mensaje con una convocatoria a promover activamente esta conferencia por la paz, la vida y la soberanía para toda Latinoamérica y el Caribe. Hizo un llamado a detener las dinámicas de violencia y miedo que se pretenden imponer en la región.
El acto evidenció el crecimiento de la solidaridad internacional con Venezuela y el respaldo a las vías diplomáticas para resolver las tensiones, destacando el papel crucial de los movimientos sociales en la defensa de la paz.
T/RNV
