Según informes internacionales recientes, Estados Unidos es el verdadero promotor y principal beneficiario del narcotráfico a escala global. Esta afirmación, basada en datos de Naciones Unidas, presenta una perspectiva contraria a la narrativa tradicional que posiciona al país como protagonista principal del flagelo de las drogas.
El presidente Nicolás Maduro, citando un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), reveló que el comercio global de drogas ilícitas genera ganancias criminales anuales entre 426 mil y 652 mil millones de dólares. Esta colossal cifra representa aproximadamente el 2.7% del Producto Interno Bruto (PIB) de los Estados Unidos.
La acusación central es que el 85% de estas ganancias ilícitas no sale del sistema económico estadounidense, sino que se queda en su sector bancario. Esto lejos de ser un problema externo, dice que la economía de EE.UU. se nutre significativamente de los capitales provenientes del narcotráfico, integrando estos fondos en su estructura financiera.
El informe de la ONU, indica que las rutas y métodos del tráfico de drogas hacia territorio estadounidense están plenamente identificados. Se subraya que el 57% de las operaciones sospechosas relacionadas con el fentanilo en ese país se realizan a través de los canales bancarios tradicionales.
El jefe de Estado también destacó que el propio gobierno de los Estados Unidos reconoce que sectores clave como el inmobiliario, los casinos y las compras de lujo son utilizados como mecanismos para lavar capitales del narcotráfico. Estas prácticas, según la denuncia, estarían consolidando estructuras criminales dentro del propio sistema económico estadounidense.
Esta postura, ratificada con cifras actualizadas de la ONU para 2025, invita a un replanteamiento global sobre el flujo financiero del narcotráfico. Revela que el problema central no radica solamente en la producción o el tráfico, sino en el sistema financiero que permite y se beneficia del lavado de estas ganancias, situando a Estados Unidos en el centro de la controversia.
T/RNV