En una contudente declaración durante una rueda de prensa internacional realizada este lunes, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó al Secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, de buscar una confrontación violenta. Afirmó que la política exterior de Rubio pretende «manchar las manos de sangre» del presidente Donald Trump con «sangre suramericana y caribeña».
Dirigiéndose directamente a su homólogo estadounidense, el presidente venezolano instó a Trump a «cuidarse», sugiriendo que el senador de Florida, a quien calificó de «inteligente y audaz», podría estar empujándolo hacia un conflicto del que no es plenamente consciente.
«El señor de la guerra, Marco Rubio, los metió por un callejón sin salida. Por ahí no es, ahora ellos verán como hacen. ¿Qué está buscando Rubio? Un cambio de régimen y manchar el apellido de Trump con sangre para siempre. Una agresión contra Venezuela, se perderían de vista las consecuencias globales», advirtió.
El presidente Maduro afirmó que para lograr sus objetivos, «los imperios necesitan satanizar a un líder, para desacreditar un proceso revolucionario (…) señores colonialistas, se lo digo una vez más, a los supremacistas nazis de este tiempo: No es un hombre, es un pueblo, es una historia sagrada, que ustedes no han podido destruir».
«Solo soy un obrero combatiente, y el primer presidente chavista de la historia, entregado por la defensa de esta Patria sagrada. Los nazis y supremacistas de esta época han pateado el sistema multilateral de las Naciones Unidas. Allí se califica y prohíbe de manera expresa la utilización de la fuerza militar contra Estados soberanos miembros de la ONU, y la amenaza del uso de la fuerza contra miembros soberanos», subrayó.
Sin embargo, el jefe de Estado dejó abierta la posibilidad de una salida diplomática. Expresó su esperanza de que «los canales que tenemos se recuperaran», subrayando que Venezuela está siempre abierta al diálogo basado en «la palabra y el respeto». «Todo es posible», recalcó, enfatizando la disposición de su gobierno para la diplomacia de paz.
Frente a las amenazas externas, el presidente Maduro se enorgulleció de la resistencia de la nación. Se refirió al pueblo venezolano como campeón mundial antiimperialista y anticolonialista históricamente, reivindicando su rebeldía milenaria que siempre han hecho valer.
Durante su intervención hizo hincapié en la dignidad de la nación. Afirmó que a los venezolanos «se les respeta» porque son un pueblo caracterizado por su «dignidad, conciencia y valores».
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