A través de un comunicado oficial, el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela denunció formalmente el secuestro de un buque privado que transportaba crudo nacional. La acción, atribuida a efectivos militares de los Estados Unidos, habría ocurrido en aguas internacionales. En el mismo documento, se reporta la desaparición forzosa de toda la tripulación de la embarcación.
El comunicado, difundido por la Vicepresidenta Ejecutiva y Ministra del Poder Popular para Petróleo, Delcy Rodríguez, especifica con precisión que este hecho constituye un delito de acuerdo con lo informado en el artículo 3 del Convenio para la Represión de Actos Ilícitos contra la Seguridad de la Navegación Marítima. Asimismo, el texto oficial califica el incidente como una violación del artículo 2 de la Carta de las Naciones Unidas, de la Convención de Ginebra sobre la Alta Mar y de los principios de derecho internacional relativos a las relaciones de amistad entre Estados.
En sus términos más contundentes, el documento gubernamental rechaza lo que describe como una práctica colonialista. «El modelo colonialista que pretende imponer el Gobierno de los Estados Unidos con este tipo de prácticas fracasará y será derrotado por el pueblo venezolano», se afirma de manera textual en el comunicado oficial.
Finalmente, el comunicado reafirma la postura soberana del Estado venezolano, declarando que Venezuela «seguirá adelante con su crecimiento económico, cimentado en sus 14 motores y el desarrollo de su industria de hidrocarburos de manera independiente y soberana». La declaración concluye, subrayando la determinación de continuar el desarrollo nacional frente a las acciones que denuncia.


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