El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, reafirmó que la diplomacia del país se fundamenta en la paz y en la nobleza de su pueblo. Durante un encuentro con nuevos embajadores de naciones amigas, destacó que esta es la esencia que guía las relaciones internacionales de la nación.
El encuentro sirvió para fortalecer lazos con los embajadores del Reino de Camboya, Costa de Marfil, Hungría, Azerbaiyán y la República de Belarús. El objetivo central fue concretar agendas de trabajo bilaterales enfocadas en el desarrollo comercial, cultural y social, construyendo puentes de cooperación mutua.
El mandatario venezolano subrayó que estas alianzas se consolidan sobre principios irrenunciables como la autodeterminación, el respeto entre naciones, la unión, la solidaridad y el entendimiento. Recalcó que los países presentes comparten una historia de lucha por la paz en sus respectivas regiones, creando una base sólida para la colaboración.
En un claro mensaje, el jefe de Estado contrastó la diplomacia venezolana con otras prácticas internacionales. “Venezuela tiene una diplomacia extraordinaria, no es una diplomacia de las cañoneras ni de amenazas; la nuestra es una diplomacia de dignidad, admirada”, afirmó, en alusión a las recientes tensiones geopolíticas.
Se refirió específicamente a las amenazas provenientes de potencias extranjeras, mencionando la insólita amenaza a América Latina con un submarino nuclear. Frente a esto, fue enfático: “No nos creemos supremacistas, y tampoco aceptaremos tutelaje de nadie”, defendiendo la soberanía nacional.
Finalmente, el presidente Maduro evocó la historia para destacar la resiliencia de Venezuela, comparando las amenazas actuales con el intento de intimidación nazi al presidente Isaías Medina Angarita. Enfatizó que el pueblo venezolano, noble y valiente, nunca se ha sometido y no baja la cara ante las amenazas modernas, reafirmando su derecho a la autodeterminación y a la paz.
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