Un potente sismo de magnitud 7.6 sacudió este jueves la zona austral de Chile, específicamente las proximidades del Territorio Antártico Chileno, generando una inmediata alerta de tsunami para las bases ubicadas en el continente blanco. El movimiento telúrico, ocurrido a las 22:16 horas locales, activó de inmediato los protocolos de emergencia de las autoridades nacionales.
De acuerdo con el Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile, el epicentro del terremoto se localizó a 259 kilómetros al noroeste de la Base Frei Montalva, a una profundidad de 20 kilómetros. La considerable fuerza del sismo, clasificado como mayor, fue percibido en diversas localidades y bases aledañas a la zona, poniendo a prueba los sistemas de monitoreo en una de las regiones más remotas del planeta.
Inmediatamente después del evento sísmico, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA) emitió una alerta específica por la amenaza de un tsunami menor para las costas de la Antártica chilena. Las instituciones declararon el estado de «precaución», advirtiendo a la población sobre posibles variaciones anómalas en el nivel del mar que podrían impactar directamente en las bases Prat y O’Higgins.
Ante este escenario de riesgo, el Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED) realizó un llamado urgente a abandonar toda la zona costera del territorio antártico. La instrucción precisa fue evacuar playas, orillas rocosas, humedales, estuarios, desembocaduras de ríos, paseos costeros, marinas, caletas, puertos y muelles para resguardar la vida de las personas presentes en la zona.
Este evento recuerda la alta actividad sísmica que caracteriza a Chile, país asentado sobre el Cinturón de Fuego del Pacífico. Esta vasta zona geológica es famosa por concentrar algunas de las zonas de subducción más activas del mundo, siendo escenario constante de terremotos y erupciones volcánicas, lo que posiciona a Chile como una de las naciones más sísmicas del planeta.
Hasta el momento, las autoridades se mantienen en evaluación continua para monitorear el comportamiento del mar y actualizar las órdenes de evacuación según sea necesario. La prioridad absoluta es garantizar la seguridad de las dotaciones científicas, militares y civiles que habitan y trabajan en las gélidas aguas y costas de la Antártica Chilena.
T/RNV