El internacionalista William Serafino alertó que, bajo la administración de Donald Trump, América Latina recuperó un papel central en la agenda exterior de Estados Unidos, convirtiéndose nuevamente en un «elemento de ensayo» para sus estrategias imperialistas. Durante su intervención en el programa *Cable a Tierra*, el analista destacó que la región vive una «era dorada» de atención por parte de Washington, aunque con fines geoeconómicos más que de cooperación.
Serafino explicó que esta dinámica no busca el desarrollo regional, sino alianzas con gobiernos dependientes, dispuestos a ceder sus recursos naturales en favor de los intereses estadounidenses. «América Latina es vista como un espacio de experimentación para políticas que consoliden el dominio de EE.UU.», afirmó, subrayando que la región enfrenta presiones económicas y diplomáticas para alinearse a estas demandas.
El experto también abordó la crisis interna de EE.UU., marcada por la pugna entre el movimiento MAGA (Make America Great Again) y los sectores neoconservadores, que disputan el control de la política exterior. A esto se suma una grave situación económica, con pérdida del poder adquisitivo del dólar, desempleo y una deuda pública insostenible. «Estados Unidos está montado en una bomba de tiempo», advirtió.
Ante esta crisis, Serafino denunció que históricamente EE.UU. ha exportado sus problemas mediante intervenciones militares, manipulación mediática y colonialismo económico. Un ejemplo reciente, según él, es la campaña que vincula a Venezuela con el «Cartel de los Soles», una narrativa que busca justificar acciones injerencistas bajo el pretexto del combate al narcotráfico.
El analista comparó estas estrategias con las usadas durante la Guerra Fría, donde se creaban enemigos externos para distraer de los problemas internos. «Es una excusa para presentarse como ‘protector’ y, a la vez, controlar y saquear recursos», sostuvo.
Finalmente, Serafino llamó a América Latina a fortalecer su autonomía frente a estas maniobras, evitando caer en dependencias que reproduzcan esquemas de dominación. «La región debe aprender de su historia y blindarse contra nuevas formas de imperialismo», concluyó.
T/RNV