La vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez, calificó como un ridículo y barato show las recientes acusaciones de la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, contra el presidente Nicolás Maduro. Bondi afirmó que el mandatario venezolano poseería 700 millones de dólares en activos, una declaración que fue duramente rechazada por el gobierno venezolano.
A través de su canal de Telegram, Rodríguez respondió con ironía a las acusaciones, vinculando a Bondi con el escándalo de Jeffrey Epstein, el financiero estadounidense acusado de tráfico sexual. «Pam Bondi exhibe sin vergüenza un render de cartón para persistir en su ridículo show contra el presidente Maduro. No puede sacarse de la mente la isla de Epstein… ¡Epstein! ¡Epstein! y sus fantasmas no la dejan dormir», escribió.
El canciller Yván Gil también se pronunció, cuestionando el historial de Bondi y su participación en el encubrimiento de los crímenes de Epstein. «En vez de explicar su papel en ese caso, inventa un cuento contra el jefe de Estado venezolano», señaló Gil en un comunicado.
El gobierno venezolano insistió en que las acusaciones son infundadas y forman parte de una campaña de desprestigio. Gil destacó que Maduro lleva más de 40 años en servicio público con una vida sencilla, mientras acusó a Washington y Miami de albergar a los «verdaderos magnates» que saquean recursos venezolanos.
Las declaraciones de Rodríguez y Gil refuerzan el discurso oficial de resistencia frente a lo que califican como «agresiones imperiales», buscando consolidar apoyo interno ante las críticas internacionales. El caso Epstein, un tema sensible en EE.UU., es utilizado como contraataque para desacreditar a Bondi y su denuncia.
Este episodio refleja la profunda fractura entre Venezuela y Estados Unidos, donde las acusaciones mutuas siguen dominando la narrativa política de ambos bandos.
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