El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, denunció la existencia de infiltrados de ideología fascista que se hacen pasar por militantes de izquierda y chavistas. Como ejemplo, mencionó el caso de Martha Lía Grajales, vinculada a María Corina Machado y acusada por el Ministerio Público de incitar al odio, conspirar con gobiernos extranjeros y asociación ilícita.
Durante una sesión parlamentaria el 12 de agosto, Rodríguez instó a rechazar con firmeza el fascismo y criticó las actitudes complacientes dentro de la Revolución Bolivariana. Aseguró que cualquier persona que se considere de izquierda debe condenar sin reservas el fascismo y repudiar la violencia.
Además, advirtió que estos grupos se infiltran en las filas progresistas para servir a los intereses del imperialismo estadounidense, cuyo objetivo sería perjudicar al pueblo venezolano.
“Los indecisos no tienen cabida aquí; quienes vacilan terminan sirviendo al fascismo, una enfermedad que debe ser extirpada de la sociedad”, declaró. También rechazó el apoyo de Machado a la recompensa de 50 millones de dólares ofrecida por Estados Unidos para la captura del presidente Nicolás Maduro, afirmando que un verdadero izquierdista jamás respaldaría tales acciones.
Rodríguez cuestionó el silencio de ciertos sectores de izquierda frente a los sucesos violentos del 29 y 30 de julio de 2024, donde hubo asesinatos de mujeres, ataques contra jóvenes y viviendas incendiadas. Criticó la falta de una postura solidaria con las víctimas, recalcando que la Revolución Bolivariana no tolera a quienes, bajo una fachada progresista, callan o justifican actitudes fascistas.
Reiteró que el fascismo no es una corriente política legítima, sino una patología social que debe ser eliminada, y expresó su desconcierto ante la pasividad de algunos supuestos representantes de izquierda ante las agresiones contra Maduro y el proceso revolucionario.
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