En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, el Embajador de Rusia en Venezuela, Sergey Mélik-Bagdasárov, reflexiona sobre los desafíos del neocolonialismo moderno y el compromiso de Rusia y Venezuela con la defensa de la diversidad cultural y la soberanía de los pueblos originarios.
Neocolonialismo en la era digital: una amenaza global
El artículo destaca que el colonialismo, lejos de desaparecer, ha mutado bajo nuevas formas de dominación: algoritmos, sanciones, guerras informativas y plataformas digitales que homogenizan culturas y silencian voces auténticas. Frente a esto, Rusia y Venezuela, naciones con un legado de resistencia, reafirman su lucha por un orden mundial justo donde todos los pueblos puedan preservar su identidad, lenguas y cosmovisiones.
Rusia: Modelo de protección a la diversidad étnica
Como país multinacional, Rusia alberga a más de 190 grupos étnicos, con políticas concretas para proteger a sus pueblos indígenas del Norte, Siberia y el Lejano Oriente. La Constitución rusa garantiza sus derechos, mientras programas estatales promueven educación móvil para niños nómadas, preservación de lenguas originarias y desarrollo sostenible. Además, Rusia lidera iniciativas como el Comité Nacional para el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas (2022-2032) de la ONU, impulsando herramientas digitales para revitalizar idiomas ancestrales.
Ataques a la cultura: El caso de Ucrania
El embajador denuncia la destrucción sistemática del patrimonio cultural en Donbás y territorios rusos, con al menos 457 sitios culturales dañados y más de 740 iglesias afectadas por fuerzas bajo control del régimen de Kiev. Estas acciones, en violación de convenciones internacionales, buscan borrar identidades, mientras Rusia reconstruye lo destruido.
Venezuela: Soberanía y raíces indígenas
En Venezuela, la Constitución Bolivariana protege los derechos de los pueblos originarios, reconociendo sus tierras, lenguas y organización social. Frente al asedio neocolonial, el país reafirma su soberanía desde sus raíces, en línea con el legado de Bolívar y Chávez.
Un llamado global: ¡Por la Libertad de las Naciones!
Rusia y Venezuela impulsan el movimiento internacional “¡Por la Libertad de las Naciones!”, que promueve un nuevo orden basado en el respeto mutuo, la solidaridad y la diversidad cultural. Ambos países rechazan el uso de tecnologías como la inteligencia artificial para perpetuar segregación digital y exigen acceso equitativo al conocimiento y la verdad histórica.
“Proteger lo que somos, defender lo heredado y construir un mundo donde ningún pueblo sea silenciado”, concluye el embajador, reafirmando el compromiso conjunto en esta lucha global.
T/RNV
