El Departamento de Defensa de EE. UU. confirmó el inicio de las obras de un complejo de detención migratoria en la base militar Fort Bliss, Texas, tras una petición del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Según Kingsley Wilson, portavoz del Pentágono, la construcción —que arrancó en julio— podrá albergar inicialmente a 1.000 personas, aunque se prevé ampliarlo hasta 5.000 plazas. “El proyecto responde a una solicitud de apoyo del DHS”, explicó Wilson en un comunicado.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, autorizó el uso de terrenos de la instalación militar para este fin. El centro, descrito como “el mayor de su tipo en la historia del país”, estaría destinado principalmente a “la expulsión de inmigrantes sin estatus legal”.
La medida se enmarca en la política de migración del presidente Donald Trump, quien, al inicio de su segundo mandato el 20 de enero, reiteró su compromiso de reducir la inmigración irregular y acelerar las deportaciones.
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