El Bicentenario de Bolivia no solo marca dos siglos de independencia, sino que simboliza una gesta histórica de dimensiones gigantescas y universales. Así lo destacó la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, durante un emotivo homenaje en el Panteón Nacional. Este aniversario representa la lucha de grandes libertadores como Simón Bolívar y Antonio José de Sucre, quienes forjaron una nación plurinacional con características únicas y esenciales para la identidad latinoamericana.
La alta funcionaria enfatizó que esta fecha es motivo de júbilo para todos los pueblos herederos de la gesta independentista. La participación de venezolanos en la liberación del altiplano peruano y boliviano demuestra que la lucha contra el colonialismo español fue un esfuerzo conjunto. Hoy, ese espíritu se mantiene vivo en la resistencia contra nuevas formas de dominación imperialista
Recordó que la consigna de «sangre antiimperialista y anticolonialista» no es un simple discurso, sino una realidad histórica. Los pueblos de América Latina han defendido su soberanía frente a intereses extranjeros, y el Bicentenario de Bolivia refuerza ese compromiso con la autodeterminación y la unidad continental.
La gesta libertadora de hace 200 años dejó una enseñanza clara: la unión es fundamental para preservar la independencia. Rodríguez señaló que, en tiempos de nuevas amenazas oligárquicas y externas, es vital mantener la firmeza en la defensa de la soberanía. «Hoy más que nunca, Bolívar nos convoca a consolidar la integración de nuestros pueblos», afirmó.
La vicepresidenta denunció que, pese a los avances, la independencia de los pueblos latinoamericanos sigue bajo asedio. «Factores oligárquicos y externos buscan apropiarse de nuestras riquezas y aniquilar nuestra identidad», advirtió. Frente a esto, reafirmó la necesidad de alzar la voz en defensa de la autodeterminación y la justicia social.
El Bicentenario no solo celebra el pasado, sino que refuerza los lazos entre naciones hermanas como Bolivia y Venezuela. Rodríguez destacó que ambos países comparten una historia de lucha y un futuro de cooperación, basado en los ideales de justicia, igualdad y resistencia contra cualquier forma de dominación.
A 200 años de su independencia, Bolivia sigue siendo un faro de resistencia y dignidad para América Latina. Este aniversario es una oportunidad para reafirmar el compromiso con la soberanía popular y la integración regional, honrando el legado de los libertadores y construyendo un futuro libre de opresión.
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