La ola de calor más extrema del verano ha ocasionado múltiples incendios forestales en distintas zonas de España, generando emergencias en comunidades como Andalucía, Galicia y Navarra. Las elevadas temperaturas, sumadas a fuertes vientos y poca humedad, han complicado las tareas de extinción, obligando a las autoridades a ordenar evacuaciones y a activar protocolos de protección civil.
En Tarifa (Cádiz), las llamas comenzaron tras incendiarse una autocaravana en el paraje de La Peña. El viento de levante propagó rápidamente el fuego, poniendo en peligro el Parque Natural del Estrecho y áreas turísticas como la playa de Valdevaqueros. Se evacuaron campings y locales cercanos, además de cortar un tramo de la carretera N-340 por seguridad.
En Galicia, el incendio en Ponteceso afectó a la parroquia de Corme Aldea, con viviendas desalojadas y el cierre temporal de la AC-424. La Xunta solicitó ayuda a la UME (Unidad Militar de Emergencias) al no poder usar medios aéreos por el viento del nordeste. Se investiga si fue intencionado, ya que se detectaron varios focos en una zona reducida.
Por otro lado, en Navarra, el incendio cerca de Muruzábal, Enériz, Añorbe y Obanos sigue activo, aunque sin amenazar directamente zonas pobladas. Afecta principalmente a cultivos y pinares. La presidenta María Chivite activó el Plan Especial de Protección Civil (Situación Operativa 2), desplegando más recursos para frenar las llamas.
Con pronósticos de temperaturas aún más altas y condiciones adversas, las autoridades mantienen la alerta en varias zonas. Los equipos de emergencia trabajan sin descanso para evitar nuevos brotes, reforzando la vigilancia en áreas de mayor riesgo.
T/RNV