El estratovolcán Krasheninnikov, ubicado en la península de Kamchatka (Rusia), ha entrado en erupción después de 600 años de inactividad, según informó el Ministerio de Emergencias ruso. Con una altura de 1.856 metros, el coloso lanzó una nube de cenizas de hasta 6 kilómetros de altura, generando un espectacular pero peligroso fenómeno natural.

La erupción del Krasheninnikov ha sido catalogada como histórica por las autoridades locales. Olga Guírina, jefa del Equipo de Respuesta a Erupciones Volcánicas en Kamchatka, confirmó que es la primera actividad significativa en seis siglos, destacando la formación de un domo de lava y una intensa emisión de gases y vapor.

Afortunadamente, la nube de ceniza se desplazó hacia el este, en dirección al océano Pacífico, una zona despoblada y sin turistas, minimizando riesgos humanos. Sin embargo, se activó una alerta naranja para la aviación, ya que las cenizas volcánicas pueden afectar a los motores de las aeronaves.

Los expertos vinculan este despertar volcánico con el fuerte terremoto de magnitud 8,8 que sacudió Kamchatka el 29 de julio, el más potente desde 1952. Guírina sugiere que el sismo pudo reactivar el sistema magmático del volcán, llevándolo a esta erupción inesperada.

Kamchatka es una de las regiones con mayor actividad geológica del mundo, albergando numerosos volcanes activos. La erupción del Krasheninnikov no solo es un evento científico relevante, sino también un recordatorio del poder impredecible de la naturaleza.

Mientras los vulcanólogos monitorean su evolución, esta erupción se convierte en un hito geológico y atrae la atención de la comunidad internacional.

T/RNV