El boxeador venezolano Carlos Cañizales se coronó campeón mundial supermosca del Consejo Mundial de Boxeo (WBC) tras noquear al tailandés Panya Pradabsri en el Poliedro de Caracas. Esta victoria revirtió su derrota anterior ante el mismo rival en Bangkok el pasado mes de marzo.
Cañizales contó con el respaldo masivo del público caraqueño en esta revancha histórica. Desde el primer asalto dominó los intercambios, manteniendo su ventaja en el segundo round pese a la reacción de Pradabsri. El combate se equilibró en el tercer asalto con intercambios intensos de ambos púgiles.
El momento crítico llegó en el cuarto round cuando un derechazo del tailandés envió al venezolano a la lona. Cañizales demostró su temple al levantarse y responder con golpes precisos que mantuvieron la contienda igualada.
En el quinto asalto, el venezolano se repuso completamente: conectó una serie de golpes medios al rostro y un definitivo gancho al hígado que dejó fuera de combate a Pradabsri. El tailandés requirió atención médica prolongada mientras Cañizales recibía el codiciado cinturón de campeón.
En su discurso de victoria, Cañizales declaró: «Doy gracias a Dios, a Venezuela, a mi familia y al barrio San Pablito. Envío un saludo a nuestro presidente de la República, Nicolás Maduro, por permitirme defender este título en casa». El atleta se convirtió así en el 108° campeón mundial de la WBC.
El nuevo monarca mundial exhortó a los talentos boxísticos venezolanos a persistir en sus sueños. Su récord profesional asciende ahora a 28 victorias (20 por KO), tres derrotas y un empate, consolidándose como orgullo del boxeo nacional.
T/RNV
