Marco Rubio abre investigación a Universidad de Harvard por programa de visados

El gobierno estadounidense, bajo la administración Trump, intensificó su ofensiva contra la Universidad de Harvard al iniciar una investigación sobre su manejo de visados para estudiantes extranjeros, en lo que parece ser el último capítulo de una disputa política contra la prestigiosa institución educativa.

El secretario de Estado, Marco Rubio, anunció mediante un comunicado que su despacho revisará si Harvard cumple con los requisitos para ser patrocinador del Programa de Visitantes de Intercambio (J-1), alegando posibles fallas en transparencia y compromiso con los principios del programa. «Todos los patrocinadores deben demostrar plena adherencia a las regulaciones y fomentar el intercambio cultural», señaló Rubio, en lo que muchos interpretan como un movimiento más dentro de la campaña del gobierno para presionar a la universidad.

Recortes de fondos y acusaciones de antisemitismo La investigación coincide con dos batallas legales clave, la primera es el recorte de $2.600 millones en fondos federales a Harvard, pendiente de resolución por la jueza federal Allison Burroughs. Y la segunda es la demanda de Harvard contra el gobierno por restricciones a estudiantes internacionales. Burroughs cuestionó la falta de sustento legal para los recortes, señalando que la administración Trump no presentó pruebas suficientes para justificar su decisión.

Trump arremete contra Harvard y la jueza Burroughs El expresidente Donald Trump no esperó el fallo para atacar tanto a la universidad como a la magistrada, a quien calificó en su red Truth Social como «un desastre total nombrada por Obama». Acusó a Harvard de ser «antisemita, anticristiana y antiamericana», y prometió apelar inmediatamente si el fallo le es adverso: «Ganaremos y dejaremos de dar miles de millones a Harvard», escribió.

La universidad ha rechazado las acusaciones y advierte que los recortes afectarían becas de investigación, laboratorios y carreras académicas. Este enfrentamiento refleja una pugna más amplia entre el gobierno federal y las instituciones educativas que se resisten a las políticas de Trump, quien las acusa de promover una agenda izquierdista.

Harvard es la universidad más antigua y con mayor dotación financiera de EE.UU. el programa J-1 permite a extranjeros estudiar o trabajar temporalmente en el país. La jueza Burroughs ya había frenado antes intentos de Trump por restringir visas estudiantiles. 

El fallo de Burroughs podría definir el futuro de los fondos federales a Harvard, mientras la investigación de Rubio añade presión política. La universidad prepara su defensa, en un caso que podría sentar precedentes para la educación superior en EE.UU.

T/RNV