Un grupo de 252 migrantes venezolanos denunció haber sido víctimas de detención arbitraria, maltrato físico y psicológico, y condiciones inhumanas en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), bajo el gobierno de Nayib Bukele en El Salvador. Los testimonios, difundidos por revelan graves violaciones a los derechos humanos en estas prisiones.
Entre los afectados, Moisés Perfecto, Arturo Suárez, Andry Fernández, Pedro Escobar y Alejandro Colina relataron torturas psicológicas, negación de acceso al agua e incluso abusos sexuales. “La única arma que tuvieron fue colgar sábanas y amenazar con ahorcarse si seguían golpeándolos”, declaró Suárez, quien también denunció que un compañero fue abusado sexualmente.
Perfecto agregó que, al ingresar al Cecot, les advirtieron: “Esta es una cárcel de terroristas, no van a salir nunca y se van a morir aquí”. Estas declaraciones exponen un patrón sistemático de violencia en centros penitenciarios salvadoreños.
Los migrantes criticaron la falta de apoyo de los opositores venezolanos. Arturo Suárez cuestionó: “María Corina Machado es muy amiga de Bukele, ¿por qué no lo llamó y le dijo que no nos maltratara?”.
La detención de estos venezolanos sin historial delictivo evidencia una criminalización arbitraria, poniendo en riesgo el Estado de derecho y la dignidad humana. Expertos señalan que este caso trasciende una denuncia aislada: es una emergencia humanitaria que exige intervención internacional.
La situación demanda una investigación urgente sobre las prácticas carcelarias en El Salvador, especialmente cuando involucran a extranjeros vulnerables. La comunidad global debe actuar para evitar que estos hechos se repitan.