El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció la imposición de un arancel adicional del 10%* a los países que respalden las políticas de los BRICS (bloque integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). La medida, comunicada a través de su red social Truth Social, busca presionar a las naciones que se alineen con lo que calificó como «políticas antiamericanas».
El anuncio coincidió con la celebración de la 17ª cumbre de los BRICS en Río de Janeiro, donde líderes como el presidente ruso Vladímir Putin —quien participó por videoconferencia— defendieron la multipolaridad* como el nuevo orden global. Putin afirmó que el sistema unipolar, dominado históricamente por Occidente, está siendo reemplazado por uno «más justo».
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, respaldó esta postura durante su intervención, señalando que la multipolaridad no es una opción, sino una realidad objetiva frente al modelo neoliberal y las prácticas neocoloniales. Estas declaraciones reflejan la creciente tensión entre las potencias occidentales y los BRICS, que buscan consolidar su influencia económica y política.
Esta no es la primera vez que la administración de Trump amenaza con sanciones económicas contra el bloque. A principios de 2024, advirtió con imponer *aranceles del 100%* a los países que dejaran de respaldar al dólar o promovieran una nueva moneda común. La reiteración de estas medidas muestra su estrategia de presión comercial frente al avance de alternativas al sistema financiero liderado por EE.UU.
La decisión de Donald Trump podría generar represalias comerciales y profundizar la división entre las economías alineadas con Washington y aquellas que apuestan por la cooperación con los BRICS. Analistas señalan que el anuncio refuerza la narrativa del bloque sobre la necesidad de reducir la dependencia del dólar y avanzar hacia un sistema monetario más diversificado.
Mientras el gobierno estadounidense insiste en medidas proteccionistas, los BRICS continúan ganando influencia, con más países mostrando interés en unirse al grupo. La disputa entre unilateralismo y multipolaridad parece estar definiendo una nueva era en las relaciones internacionales, con consecuencias aún impredecibles para la economía global.
T/Agencias/RNV
