La salud mental del sospechoso y su posible relación con el extremismo de derecha son las dos líneas de investigación que maneja la policía británica acerca del asesinato de la diputada del Partido Laborista, Helen Joanne Cox.
A través de un comunicado, la jefa de policía temporal del condado de West Yorkshire, Dee Collins, indicó que siguen con atención ambas hipótesis.
Específicamente sobre las sospechas de que Thomas Mair, presunto asesino de la diputada, está vinculado con la extrema derecha, señaló que es «una línea prioritaria de investigación que nos ayudará a establecer los motivos del ataque a Jo».
Cox murió tras ser herida de bala y apuñalada durante un acto por la permanencia del Reino Unido de Gran Bretaña en la Unión Europea (UE), elección reconocida como Brexit (abreviatura de salida británica en inglés) que se realizará el 23 de junio próximo.
Aun cuando la policía recibe asistencia de una unidad antiterrorista, Collins apuntó que «no hay indicio en este momento de que hubiera alguien más implicado en el ataque».
Reportes indican que Mair tuvo problemas mentales y consumía propaganda de grupos neonazis de Suráfrica y de Estados Unidos.
Sumado a esto, testigos han señalado que al momento de asesinar a Cox, gritó en tres oportunidades: «Britain first (Gran Bretaña primero)», que es el nombre de la agrupación de extrema derecha más importante del Reino Unido y partidaria del Brexit.
T/TeleSUR