El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump, insiste en deportar al menos un millón de migrantes al año, como parte de su política migratoria contenida en el proyecto de presupuesto federal conocido como One Big Beautiful Bill (Gran y Hermoso Proyecto de Ley).
Entre los planes que contempla este proyecto legislativo, presentado al Congreso de Estados Unidos para su discusión y apoyado por Trump y su equipo de la Casa Blanca, se contempla el endurecer los métodos de deportaciones masivas de migrantes.
“Vamos a financiar completamente las secciones finales del muro fronterizo y propondremos un nuevo impuesto sobre las remesas de dinero enviadas a países extranjeros. Aumentaremos drásticamente las deportaciones a un mínimo de un millón de inmigrantes ilegales al año”, expresó el mandatario estadounidense durante un discurso en la Casa Blanca.
Otras iniciativas contempladas en el proyecto de ley, se refieren a la contratación de 10 mil nuevos agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), 5 mil oficiales adicionales para la Patrulla Fronteriza y la construcción de más centros de atención de migrantes.
También se prevé el uso de más fondos para vuelos de deportación y operativos en las llamadas «ciudades santuario», que limitan su cooperación con autoridades migratorias federales. En este contexto, el Pentágono anunció el jueves que contempla la creación de dos nuevas zonas militarizadas a lo largo de la frontera con México, que elevan a cuatro las áreas en las que el personal militar puede detener a migrantes.
En esta misma línea, el Departamento de Defensa confirmó que su secretario, Pete Hegseth, ordenó a la Fuerza Aérea y a la Marina tomar medidas necesarias para incrementar las llamadas Aéreas de Defensa Nacional (NDA, por sus siglas en inglés).
El presidente Trump autorizó el pasado 11 de abril al Ejército de su país apoderarse de terrenos federales en la frontera con México, para avanzar en su política migratoria. La toma de control del terreno por parte de las fuerzas militares de Estados Unidos se suma a la presencia del Pentágono en la gestión de los organismos de migración.
T/Agencias/RNV