El papá Francisco, de 88 años, hizo una breve reapareció este domingo tras recibir la alta médica en el Policlínico Gemelli de Roma donde permaneció ingresado con una neumonía bilateral durante cinco semanas.
En una silla de ruedas, el Santo Padre saludó a los feligreses desde un balcón del policlínico, antes de dirigirse a su residencia de Santa Marta.
A propósito del último Ángelus de su período de hospitalización, difundido por el Vaticano, Francisco expresó su pesar por la reanudación de los bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza y su preocupación por la grave situación humanitaria.
«Pido que las armas callen de inmediato; y que haya coraje de reanudar el diálogo, para que todos los rehenes sean liberados y se alcance un alto el fuego definitivo. En la Franja, la situación humanitaria vuelve a ser muy grave y exige un compromiso urgente de las partes en conflicto y de la comunidad internacional», enfatizó.
Francisco sostuvo que Armenia y Azerbaiyán hayan consensuado el texto final de un acuerdo de paz, y expresó la esperanza de que se firme lo antes posible y contribuya a establecer una paz duradera en el Cáucaso Sur.
El papa imploró que «terminen las guerras y se haga la paz, especialmente en la torturada Ucrania, en Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán, República Democrática del Congo».
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