Brasil insta a EEUU a que trate a deportados con «dignidad»

El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, informó que su Gobierno trabajará con Estados Unidos para que las deportaciones de ciudadanos brasileños atiendan los «requisitos mínimos de dignidad, respeto a los derechos humanos y atención necesaria a los pasajeros», luego de haberse quejado por el trato dado por las autoridades estadounidenses a un contingente de 88 expulsados.

El primer grupo de migrantes brasileños deportados bajo la presidencia de Donald Trump arribó en un avión estadounidense la noche del 25 de enero a Manaos, capital del estado de Amazonas (norte). Aunque el vuelo tenía como destino Belo Horizonte, se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia por los problemas técnicos.

En ese momento, la Policía Federal brasileña tuvo conocimiento del uso de esposas y pidió a los agentes estadounidenses que las retiraran.

Ante los hechos, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ordenó que un avión de las Fuerzas Armadas transportara a los ciudadanos deportados hasta Belo Horizonte para evitar que continuaran el viaje en la aeronave estadounidense.

«Esa operación fue trágica», dijo a periodistas el ministro tras una reunión con el presidente Lula.

«Y justamente nos hace ahora trabajar, junto con las autoridades estadounidenses, para buscar formas de que sea hecha de acuerdo a la legislación brasileña y también con las normas de seguridad y recibimiento dentro de una aeronave», agregó.

Brasil descarta enviar aviones de su fuerza aérea a Estados Unidos para traer brasileños expulsados.

El gobierno brasileño convocó el lunes al encargado de negocios de la embajada estadounidense, Gabriel Escobar, para pedir explicaciones sobre el trato «denigrante» dado a los deportados que llegaron a Manaos. Citó “el uso de esposas y cadenas, y el mal estado del avión, cuyo sistema de aire acondicionado no servía, entre otros problemas”.

Tras asumir el 20 de enero, Trump ordenó una batería de medidas contra la migración irregular, entre ellas, redadas y deportaciones masivas, así como el despliegue de tropas en la frontera con México, según la Casa Blanca.

Ante la expectativa de que los vuelos con deportados brasileños continúen, el gobierno de Lula instalará un «puesto de recibimiento humanitario» en el aeropuerto de Belo Horizonte (Minas Gerais, sureste), dijo la ministra de Derechos Humanos, Macaé Evaristo.

La tensión por el contingente llegado a Manaos supone el primer roce entre los gobiernos del flamante presidente republicano Trump y el izquierdista Lula. Vieira recordó que, en 2012 y 2018, los dos gobiernos firmaron acuerdos para reglamentar los vuelos para transportar deportados a Brasil.

Evaristo dijo que el objetivo era “garantizar que estos pasajeros tengan buenas condiciones de agua, comida e incluso temperatura, que creo que fue el aspecto más perjudicial” en el primer vuelo.

“No queremos provocar al gobierno estadounidense, pero es esencial que los brasileños deportados sean tratados con dignidad”, dijo el lunes el ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski.

T/Radio del Sur