Resistencia del pueblo venezolano derrotó paro petrolero de 2002

El paro petrolero de diciembre de 2002, es considerado por muchos venezolanos como un crimen de lesa humanidad. «Se cumplen 20 años del inicio del sabotaje petrolero más cruel que se conozca en la historia. Fueron largos meses en los que la derecha venezolana atentó contra la estabilidad del Pueblo, quien heroicamente resistió y logró derrotarlos. ¡Las y los venezolanos tenemos memoria!», expresó el jefe de Estado en su cuenta de la red social Twitter.

El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, rememoró la semana pasada el paro petrolero orquestado por sectores de la derecha en diciembre de 2002, para derrocar por la vía de un golpe económico, al gobierno del Comandante Hugo Chávez y detener el avance de la Revolución Bolivariana.

En ese momento histórico de nuestra Patria, se violó el derecho al trabajo a millones de personas. Se coartó el libre tránsito, se cerraron lugares como centros comerciales, los servicios bancarios no funcionaban, no se producían alimentos, los dueños de empresas conspiraron para que Venezuela se detuviera.

El daño que causó, esta acción terrorista por parte de la derecha, fue incalculable. El monto de las pérdidas por ventas no realizadas llegó a 14 mil 430 millones de dólares aproximadamente, lo cual motivó una disminución de un monto cercano a nueve mil 998 millones de dólares en la capacidad contributiva de PDVSA y sus filiales al fisco nacional. Esto limitó la capacidad del ejecutivo nacional para la ejecución de sus planes y programas.

Muchos profesionales de diferentes áreas, documentaron información acerca de los males que le causó al pueblo venezolano. Se elaboraron expedientes con elementos probatorios contundentes, sobre las desgracias que habían causado en las ciudadanas y ciudadanos.

Este sabotaje dejó muchas víctimas. Sin embargo, el pueblo no se rindió, contó con un gobierno, con la Revolución Bolivariana, liderada por el Comandante Hugo Chávez Frías, que no desestimó en ningún momento la posibilidad de salir adelante y así sucedió.

Los cambios

El presidente Hugo Chávez asumió el poder con aires de cambio y dispuesto a cumplir sus promesas de recuperar definitivamente la industria petrolera.

Con este viraje de tendencias nacionalistas, el Estado comienza a ser reorientado en su accionar político entrando de inmediato en un desfase con PDVSA. La situación de los precios internacionales del petróleo y los bajos aportes al fisco por parte de la industria petrolera eran también parte del problema económico nacional.

Ante ésta situación, el presidente Hugo Chávez pidió a los directivos de PDVSA, rendir cuentas por una supuesta cantidad de recursos que nunca justificaron, dando comienzo a un conflicto abierto entre ambos sectores de la dirección económica y política del país.

La situación económica de la nación y las demandas del pueblo insatisfechas, requerían entonces de divisas para ser solucionadas y era indiscutible que algo funcionaba mal en PDVSA.

Detener en aquel momento la “Apertura Petrolera” y la posible independencia de esta industria del Estado, era un problema evidente que debía ser tratado de inmediato.

Los gerentes de PDVSA sin embargo, se negaban a sensibilizarse ante tal situación y prefirieron el conflicto, pues para ellos, la relación de fuerzas estaba a su favor y el pueblo no significaba nada ni tenía importancia alguna.

Cabe destacar, que los cambios de la “Revolución Bolivariana”, tocaban los intereses de las clases dominantes, de grupos de actores nacionales y extranjeros,  además presentaba conflictos en diferentes esferas de la sociedad.

A partir del 2001, comienzan las acciones de calle organizadas contra el presidente Hugo Chávez, su gobierno y paulatinamente después de varios intentos por derrocarlo, se llega al choque de trenes entre PDVSA y el Estado.

El plan conspirativo, que inició como un “paro cívico” el 02 de diciembre y  derrotado 63 días después, se produjo a siete meses del golpe de Estado del 11 de abril de 2002 y fue orquestado por las cúpulas empresariales, partidos de oposición aglutinados en la extinta Coordinadora Democrática, el sindicalismo tradicional y dueños de empresas de comunicación.

El ataque a la petrolera nacional se centró en desabastecer el mercado interno de combustible y gas, paralizar la exportación de crudo, la recuperación de PDVSA permitió reorientar el papel de la industria petrolera, para poder garantizar la justa distribución de los recursos provenientes de la comercialización del crudo, en planes de inversión en beneficio de los venezolanos.

En conclusión, dentro de las razones que generaron el paro estuvieron la lucha por el control de la petrolera estatal PDVSA, industria vital para Venezuela como quinto mayor productor de petróleo a nivel mundial y la puesta en marcha por el gobierno de la reforma petrolera.

El pueblo derrotó al paro petrolero de 2002 al demostrar la garra heroica del venezolano

 

  • Desarrollo de los hechos

    Este movimiento comenzó en diciembre de 2002, sostenido por los sectores de derecha en complicidad con los grandes monopolios de la comunicación y con los sectores de la “aristocracia obrera” petrolera, nucleados en la oposicionista Central de Trabajadores de Venezuela, al no conseguir que el presidente Hugo Chávez aceptara sus exigencias de retirar el paquete legislativo.

    El paro fue convocado por Fedecámaras para el lunes 02 de diciembre de 2002. Su duración inicialmente sería de 24 horas, pero se extendió hasta convertirse en una huelga indefinida en plena temporada navideña.

    El miércoles 04 de diciembre, los canales de televisión y radios del país comenzaron a transmitir la noticia de la paralización de un tanquero de PDV Marina, el Pilín León, en el canal de navegación del Lago de Maracaibo.

    Las imágenes mostraban cómo la tripulación de ese barco apoyaba y participaba en la acción opositora. El tanquero permaneció fondeado y bajo el control de la tripulación insurrecta durante diecisiete días y se convirtió en la expresión más clara del compromiso de muchos gerentes, empleados y trabajadores de la vieja PDVSA, con la acción de protesta que ya se había convertido claramente en acción de sabotaje.

    Los sucesos del Pilín León, demostraron rápidamente que la estrategia se centraba en lograr la paralización del sector petrolero nacional. Siguieron a la tripulación del buque petrolero los demás tanqueros de PDV Marina, gerentes y operadores de refinerías, empleados, trabajadores de los campos, profesionales y técnicos de las áreas de informática, contratistas de transporte interno de combustibles y derivados, en resumen, personal de distintas áreas con capacidad real para perturbar seriamente el funcionamiento de la principal industria nacional.

    Las acciones del sabotaje petrolero consiguieron restringir entre otras actividades, la producción de combustibles aeronáuticos, gasolina, gasoil, así como el transporte desde los centros de producción o refinación hacia los centros de suministro comercial. El país quedo prácticamente paralizado.

    Sólo continuaron trabajando algunas empresas del Estado, el transporte público terrestre y aéreo, los servicios de agua, luz, teléfono y los medios de comunicación públicos. Los medios privados, decidieron suspender la programación habitual y la emisión de publicidad, sustituyéndola por programación política e informativa las 24 horas del día.

    La supuesta «huelga» incluyó diversos sabotajes contra las instalaciones de la industria del petróleo. El paro se fue debilitando con el paso de los días.

    El presidente Hugo Chávez, no renunció al cargo y la oposición comenzó a darse cuenta que no lograba sus objetivos debido a que no había conseguido acorralar al gobierno. El 21 de diciembre de 2002, el gobierno logra recuperar el buque tanquero Pilín León y conducirlo a puerto seguro por el canal de navegación del Lago de Maracaibo y por debajo del puente Rafael Urdaneta.

    Días después fue puesto a trabajar llevando crudo a las refinerías. Era el primer paso para retomar el control de PDVSA y el inicio del fin del paro.

    En enero de 2003, con el apoyo de empleados que no se unieron al paro y simpatizantes que se reunían en los alrededores de refinerías y llevaderos donde se abastecían las gandolas, que trasladan combustible a las gasolineras, el gobierno logró recuperar el control de PDVSA.

    Los empresarios por su cuenta, comenzaron a abrir sus negocios y locales comerciales, haciendo caso omiso a las federaciones que los agrupaban y adoptando medidas que le permitieran afrontar la crisis creada por el paro.

    Otras empresas y comercios no soportaron la crisis y cerraron sus puertas, dejando a miles de empleados en las calles. Los medios de comunicación también tomaron medidas similares, despidiendo a muchos periodistas.

    El proyecto de provocar un «golpe de Estado petrolero”, fue abandonado el 03 de febrero de 2003, luego de dos meses de duración, a pesar de que la industria petrolera se encontraba ya parcialmente operativa desde mediados de enero.

    Afectaciones producidas por el paro

    • La afectación del suministro a la planta de combustible del Aeropuerto Internacional de Maiquetía, con perjuicio para el funcionamiento de líneas aéreas nacionales e internacionales.
    • Suspensión del suministro de combustible desde las Plantas de Carenero, Guatire y Catia La Mar.
    • El cierre del 90% de las estaciones de servicio en los estados Aragua, Guárico, Apure y Carabobo.
    • La suspensión total de la actividad en las Plantas de Yagua y de Barquisimeto, ésta última surtidora de los estados Yaracuy, Lara y Cojedes.
    • Suspensión de la Planta Guaraguao, con perjuicio para los estados Anzoátegui, Nueva Esparta y parte de Sucre.
    • Suspensión de la Planta Maturín, con cierre de las estaciones de servicio de los estados Monagas, Delta Amacuro y Sucre.
    • Suspensión de la Planta de San Tomé, con lesión a la actividad de transporte de alimentos y productos industriales de la región.
    • Mínimo despacho de las Plantas de Puerto Ordaz y Ciudad Bolívar, de la Planta de Bajo Grande, surtidora de la costa oriental del Lago de Maracaibo, de la Planta de San Lorenzo, que operó en un 50% con perjuicio para el suministro de los estados Zulia, Trujillo y parte de Lara y Falcón.
    • Suspensión total de actividades de la Planta El Vigía, con afectación de los estados Mérida, Táchira y Apure.
    • La paralización del buque «Pilín León» y de otros 12 tanqueros pertenecientes a la flota de PDV Marina.
    • La presencia de 11 buques pertenecientes a armadores internacionales fondeados frente a diferentes puertos petroleros del país, lo cual no sólo paraliza el suministro de combustible al mercado interno, sino la venta de crudos y productos para la exportación.
    • La negativa de seis buques tanqueros de terceros a atracar en muelles de PDVSA, por considerar que no existe personal calificado en dichas instalaciones.
    • La producción total de crudo disminuyó en un 68%, tendiendo dicho porcentaje a descender aún más debido a la detención de la producción, a las restricciones de almacenamiento, a la paralización de 29 unidades de compresión en el Lago de Maracaibo y al detenimiento de las actividades del Terminal Lacustre de La Salina por abandono del personal.
    • Paralización total en algunos casos y funcionamiento parcial de las refinerías El Palito, Puerto La Cruz y Paraguaná, así como en las petroquímicas ubicadas en el Tablazo, Morón y «Jose».

T/VTV